Perdió a su esposo, Sadallah Manzur, de 35 años, y a su suegro por el COVID-19 al inicio de la pandemia en Guayaquil. Y aunque fueron momentos muy duros, inexplicables, optó por salir adelante, por continuar con el legado de su esposo y por darle a su hijo el amor que necesita. Cinthya Palomeque, de 35 años, propietaria de una fábrica de artículos de cuero, invita a otras madres a mantener el positivismo por vivir, a disfrutar de los hijos y de cada día de vida. Dice que la fe en Dios la ha ayudado en todo este tiempo.