La poda de árboles ficus en la urbanización Las Garzas saltó a un plano legal.
El Municipio inició una denuncia ante la Fiscalía del Guayas por la “poda drástica e ilegal” de nueve árboles de la especie ficus en esa urbanización del norte de Guayaquil.
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La polémica tomó fuerza cuando se viralizó un video en el que se observa el momento en que decenas de aves intentaban posarse en las copas de los árboles donde solían pernoctar. De aquel hogar natural solo quedaron los troncos y algunas ramas que sobrevivieron.
Autoridades municipales consideran que la acción provocó un daño significativo al hábitat de la biodiversidad urbana.
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Según el informe técnico de la Dirección General de Ambiente, estos árboles eran utilizados como refugios, dormideros y sitios de descanso por diversas especies de aves: mosquero picudo, vaquero brilloso, cacique lomiamarillo, carpintero carinegro, clarinero coligrande, vaquero gigante, entre otras especies de avifauna que habitan en Guayaquil.
“Es una poda demasiado drástica; hemos hecho el procedimiento adecuado trayendo equipo técnico, hemos hecho el informe y lo hemos pasado a la Comisaría Ambiental”, dijo Adrián Zambrano, gerente general de Parques EP.
El análisis de los especialistas determinó que la eliminación casi total de las copas y ramas principales de los árboles genera no solo la pérdida de hábitat y de fuentes de alimento, sino también estrés severo en los ejemplares restantes, con riesgo de pudrición, infestación por plagas y debilitamiento estructural.
Tras la poda de esos árboles, cientos de aves se vieron obligadas a posarse en techos, balcones y tendidos eléctricos, evidenciando un cambio en sus patrones habituales de descanso y alimentación.
El Municipio presentó la denuncia fundamentada en el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona los daños graves a la flora y fauna silvestres.
Este artículo señala:
Delitos contra la flora y fauna silvestres. – La persona que cace, pesque, tale, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, introduzca, almacene, trafique, provea, maltrate, se beneficie, permute o comercialice especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies listadas como protegidas por la Autoridad Ambiental Nacional o por instrumentos o tratados internacionales ratificados por el Estado, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.
El alcalde Aquiles Alvarez calificó este caso como un “ecocidio” y señaló que se trató de “una poda antitécnica sin las autorizaciones municipales correspondientes”.
La Alcaldía de Guayaquil indicó que reafirma su compromiso con la protección del arbolado urbano y la fauna, e insta a la ciudadanía a reportar cualquier acción contra la biodiversidad de la ciudad. (I)