Un altoparlante replica las canciones salseras de Héctor Lavoe y Celia Cruz para motivar la algarabía y poner a bailar a los visitantes que llegan a la calle 16 entre Alcedo y Colón, en el suburbio de Guayaquil.
En este sitio se mantiene la exposición de dos años viejos que rinden honor a estos dos grandes de la música salsera, como parte de los 21 sitios de la Ruta de los Monigotes Gigantes impulsada por un grupo de artesanos y la Municipalidad de Guayaquil.
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Fausto Merejildo levantó zombi de 10 metros, el más alto de la Ruta de los Gigantes del suburbio
Detrás de estas creaciones están las manos y el ingenio de David Sarmiento con el apoyo de su esposa, Jacqueline Bermeo.
Esta vez, a diferencia de otras ediciones de la ruta, Sarmiento dejó atrás su inclinación de monigotes de monstruos por su gusto personal de la música salsera.
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“Hace unos dos años quería hacer a toditos los de la orquesta de la Fania, pero por apagones no se pudo. Los muñecos me parece que son los principales”, expuso el artesano originario de ese barrio.
Desde hace un mes y medio, él y su pareja levantaron los monigotes durante sus horas libres, sin embargo, le quedó inconcluso el segundo debido a los problemas de racionamientos eléctricos y falta de tiempo para avanzar rápidamente.
Estos se armaron de manera tradicional, con madera y caña, aunque se adaptan a cambios de clavos por tornillos y sierras eléctricas, así como resina y bate de piedra para que soporte la época de lluvia.
La estructura de Lavoe está completa con una altura de siete metros, y la segunda está aún en ejecución hasta la altura del pecho. De esta queda por terminar la parte baja.
Ahora, el público en general puede acudir para tomarse fotografías mientras tocan los instrumentos musicales, como timbales y matracas.
A través de su cuenta en la red social TikTok (davidsarmientor), David promociona este punto que se mantendrá hasta al menos la primera quincena de enero.
Por sus publicaciones y de los visitantes, además de la organización de la ruta municipal, ha podido palpar los halagos del público. “Este año decidí hacer algo que al público le llame más la atención, sobre todo al público salsero, rumbero más que todo. Esto ha sido un impacto nacional y por redes sociales he visto que a nivel internacional nos comentan, nos felicitan”, detalló.
Los ciudadanos pueden acudir hasta la segunda semana de enero y tomarse fotos en grupos de tres por $ 1 y en adelante se les cobra $ 2. Ahí, la esposa de Sarmiento se encarga de recibir y guiar a los visitantes.
Sarmiento remarcó que lleva unos veinte años en este oficio para mantener la tradición de hacer monigotes, la cual cada año se replica en más puntos del suroeste.
En torno a las visitas, él destacó que llegan de todas partes de la urbe y de la serranía. “Lo que hago lo hago por hobby, quiero que la gente venga y se lleve un bonito recuerdo de lo que hago. Es un ingreso que nos sirve sobre todo para salir de un poco de deudas”, dijo.
Hace más de una década, Sarmiento tuvo la oportunidad de ganar dos veces el concurso del programa televisivo Chispazos, con monigotes de Ironman, en apoyo a unos primos, y además de Depredador.
Él expuso que a futuro en la calle 16, donde se concentran los monigotes de la ruta municipal, debería implementarse una mejor iluminación y señalética para guiar con más seguridad a los visitantes. (I)