Inka Mattila es representante residente del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). En Guayaquil estuvo para la presentación de Capacidades para la Paz, la Seguridad y la Reducción de las Violencias en el Ecuador-Construimos Paz, una iniciativa financiada por el Fondo para la Consolidación de la Paz del secretario general de Naciones Unidas.
Con la iniciativa, que no solo se implementó en la ciudad, Mattila resaltó que se trabajó desde diferentes enfoques para reducir, entre otras problemáticas, la violencia, la conflictividad social y fortalecer estrategias en territorio.
El proyecto Construimos Paz gestó estrategias de intervención para la prevención y reconstrucción del tejido social ecuatoriano. ¿Cuál es el panorama actual del país?
Publicidad
Hay que entender que cuando estamos hablando de inseguridad estamos hablando de inseguridad en varias dimensiones. Esto significa que también las causas raíz, muchas veces de la falta de cohesión social o debilitamiento de tejido social, tienen que ver con el ámbito socioeconómico, la falta de oportunidades para la juventud y una violencia muy enfocada hacia las mujeres y jóvenes.
Tiene que ver con temas de desafíos y brechas en términos de desarrollo humano sostenible.
Ahora, lo que hemos aprendido con Construyendo Paz es justamente habilitar y acompañar las diferentes fuerzas de sociedad civil, universidades y de la institucionalidad, tanto aquí en Guayaquil y en el país, para buscar y cocrear estas soluciones que pueden reconstruir el tejido social y pueden construir paz.
Publicidad
¿Cómo se está trabajando en los barrios?
Se ha involucrado a los barrios, a jóvenes, a líderes para desarrollar herramientas, metodologías y hemos podido empoderar liderazgos muy importantes que están al servicio del Municipio de Guayaquil —por ejemplo— y del país para ser parte de las políticas públicas.
Publicidad
Nuestro mensaje principal es que hay que buscar formas integrales para dar respuesta a este gran desafío que estamos experimentando en términos de inseguridad en este momento y hay que poner a las personas al centro.
Se está trabajando con carteras de Estado, además de municipios, para saber lo que requiere cada ciudad...
Cada lugar, cada barrio, cada municipio, cada departamento, cada región es diferente. Lo clave aquí es que tenemos que entender eso, jugamos un papel muy importante como sistema de Naciones Unidas y en términos de desarrollo como PNUD. Es poner esta red de conocimiento global y regional con nuestro trabajo en 170 países y en cada país con cientos de diferentes actores.
Mucho conocimiento, mucha lección. Ante la urgencia de dar respuestas están los desafíos, no tenemos tiempo para perder. Hay que agilizar y acelerar la búsqueda de estas oportunidades.
Publicidad
Aunque no hay recetas únicas en estos desafíos que hemos enfrentado y hemos acompañado a superar en muchos contextos, hay muchas lecciones y cosas que ya aprendimos.
¿Cuál es el rol de la sociedad civil, de los líderes barriales?
Es importante poner a las personas al centro. Somos muy fieles al lema principal, el principio principal de la agenda 2030 del desarrollo sostenible, en la que decimos: “No se puede dejar a nadie atrás”.
Entonces, no solamente ponemos a las personas al centro, también hay que escucharlas.
Hay que entender qué está ocurriendo más allá de las cifras. Es una combinación de evidencia que hay que tomar en cuenta para saber acompañar a las personas, llegar a la cocreación y la búsqueda de soluciones que funcionen.
¿Es posible con este tipo de proyectos lograr la disminución de índices como la deserción escolar, la pobreza, la violencia?
Donde el programa ha tenido pie hemos visto cambios tangibles. Aquí estamos diciendo que hemos encontrado algunos métodos, algunas herramientas, algunos modelos.
Es unir las diferentes estrategias, herramientas, lo que se ha desarrollado no solo desde la cooperación, también tomando en cuenta muchos elementos que el país ya está haciendo. Simplemente, no olvidar el enfoque integral que se requiere, que es trabajar en prevención, en oportunidades, además de los enfoques de contención. (I)
