El alcalde de Esmeraldas, Vicko Villacís Tenorio, evaluó los avances de su administración y expuso los desafíos estructurales que enfrenta la ciudad.
El saneamiento financiero, las obras públicas, la reconstrucción del tejido social y la demanda de inversión estatal en educación y salud fueron los ejes de la conversación.
Villacís sostiene que la gestión municipal durante 2025 ha estado marcada por la estabilización financiera y la recuperación de servicios básicos que, afirma, “se deterioraron por las pésimas administraciones” anteriores.
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Según dijo, la ciudad continúa pagando deudas heredadas, mientras el Estado mantiene una mora de cinco meses con la ciudad. Aun así —subraya—, el Municipio está al día con su personal, ha renovado la flota de recolección de basura y ha logrado “transparentar las finanzas”.
Explicó que no puede proyectar un presupuesto cerrado para 2026 porque la recaudación depende en gran medida del entorno nacional. “Es imposible administrar con mentiras financieras o con proyecciones de ingresos que nunca llegaron, pero sí de deudas que le crearon al Municipio”, afirmó.
Añadió que, pese a la incertidumbre económica, Esmeraldas tiene “el récord de recaudación de los últimos doce años”, un indicador de que la ciudadanía confía en que sus aportes se transformen en obras. “Preferimos garantizar obras consolidadas y pagadas”, manifestó.
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En cuanto a las prioridades de su administración, Villacís destacó la inversión social como uno de los pilares de la recuperación.
“Es barato y genera réditos altísimos”, señaló al recordar que la última festividad de Esmeraldas atrajo a 40.000 turistas. Para él, este incremento en la afluencia evidencia que la ciudad “recupera su capacidad de atraer y movilizar a las comunidades”.
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Reconstrucción del tejido social y seguridad
El alcalde reconoce que persisten retos profundos, especialmente vinculados a la falta de oportunidades para las familias. Considera que el deterioro del tejido social tiene su raíz en “una malla de valores rota” y en hogares que sobreviven con ingresos mínimos.
“Si una familia vive con $ 3 diarios y mandas al niño a la escuela sin garantizar lo básico, rompes la familia. Si se rompe la familia, se rompe el tejido social”, advirtió.
Aunque Esmeraldas maneja escuelas municipales de deporte, arte y cultura que suman alrededor de 65.000 inscripciones al año, Villacís insiste en que estas iniciativas, por sí solas, no bastan.
“El tejido social se reconstruye dándole oportunidades al padre y a la madre para que puedan invertir en sus hijos. Sin empleo no hay estabilidad”, recalcó.
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Por eso demanda que el Estado apueste por convertir los emprendimientos en microempresas y, eventualmente, en corporaciones: “El emprendimiento sin apoyo estatal se convierte en decepción”.
Sobre las obras públicas, adelantó que se inaugurarán proyectos que buscan fortalecer la identidad local, como el jolgorio en la entrada de la ciudad y el “redondel de la sabiduría”.
Aseguró que su administración cree en promover valores comunitarios: “Creo que al Ecuador le hace falta más Dios en su corazón; si la familia tiene más a Dios, tendremos una mejor sociedad”.
En seguridad, reconoció una reducción de hechos violentos, aunque advirtió que este descenso no es sostenible sin inversión estatal. “Se nos acaban las cartas. Si el Gobierno no ingresa e invierte, es difícil seguir bajando los índices”, señaló.
Cárcel del Encuentro
Y sobre la nueva Cárcel del Encuentro fue tajante: “Si queremos bajar la delincuencia, no es invirtiendo en cárceles, es invirtiendo en educación. Si tienes un pueblo educado, no tendrás un pueblo delincuente”.
Cuando fue consultado sobre cuántas PPL fueron trasladadas a la Cárcel del Encuentro desde Esmeraldas, Villacís evitó cifras. “No quiero ni saber. Me gustaría saber cuántas fuentes de trabajo se están creando para reactivar Esmeraldas”, respondió.
Educación y salud: pilares para el desarrollo
El alcalde cuestionó los recortes en educación superior y el desabastecimiento hospitalario. En su criterio, se está configurando un modelo que “empuja a la gente a ser solo obrera, pero sin empleo ni condiciones”.
Asegura que la ausencia de oportunidades generará más conflictividad. “La gente no pide ser rica; pide que su hijo pueda ir a la escuela, al colegio, a una universidad de calidad y que tenga la oportunidad de no repetir la misma historia”, subrayó.
Sobre los hospitales, insistió en que el país debe combatir la desigualdad con más humanidad: “Hay que dejar de pagar tanta deuda e invertir en educación y en quienes ya cumplieron su ciclo. No podemos permitir que alguien caiga en la indigencia por falta de atención”. (I)
















