Una veintena de personas espera a sus familiares en los exteriores del área de consultas externas del hospital Abel Gilbert Pontón, más conocido como Guayaquil, en el suburbio. Entre ellas está Karina, una guayaquileña que acompañó a su abuela, una paciente cirrótica de 88 años, a su cita de control; para la cual, pese a ser gratuita, igual deben llevar al menos unos $ 25 para comprar los medicamentos del tratamiento, ya que en los últimos meses no se los otorgan completos en ese hospital.