La disputa entre el Gobierno y el Municipio de Guayaquil por el manejo del proyecto aeroportuario volvió a poner sobre la mesa una pregunta que inquieta a residentes y viajeros: ¿dónde debería ubicarse el nuevo aeropuerto, en Daular o en Taura?

El alcalde Alvarez alertó de que el Ministerio de Infraestructura y Transporte (MIT) ha emitido oficios para impedir que la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG) —ente municipal encargado de los estudios y la planificación del aeropuerto de Daular— continúe tomando decisiones sobre el fideicomiso, que supera los $ 357 millones.

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La Administración municipal sostiene que estas acciones buscan debilitar o incluso disolver la AAG, pese a que los estudios técnicos de Daular acumulan más de una década de trabajo y análisis especializados.

En medio de esta pugna —que incluye acusaciones del alcalde Aquiles Alvarez sobre presuntos intentos de apropiación de los fondos del fideicomiso y advertencias de una posible intervención estatal— los ciudadanos tienen posiciones diversas.

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Alexandra Ladines, residente de la ciudad, cree que el nuevo aeropuerto debe estar en Daular porque, según ella, la sensación de seguridad es mayor que en Taura.

Además, admitió que se inclinó por la zona porque muy cerca viven sus padres y aseguró que sería un gran impulso para el turismo.

Carlos Roldán no reside en la provincia del Guayas, pero había llegado al aeropuerto en estos días a darle la bienvenida a un familiar.

Cuando fue consultado sobre dónde preferiría que se ubique el nuevo aeropuerto de Guayaquil, si en Daular o Taura, Carlos hizo un llamado al diálogo.

“Yo creo que deben sentarse a conversar y, sobre todo, dejar de lado las diferencias políticas que tengan, para enfocarse en lo mejor para la ciudadanía”, afirmó.

“Deben analizar la cercanía, la accesibilidad y, considerando los altos índices de delincuencia, se debe considerar una zona segura. Lo importante es que la gente pueda viajar y llegar con seguridad al nuevo aeropuerto”, añadió.

Patricio Galarza, residente de Cuenca, coincidió con Carlos. Para él, ambas Administraciones deben “pensar en la delincuencia que se vive hoy en día y establecer la mejor opción”.

Otros usuarios aseguran que el aeropuerto debe mantenerse donde actualmente está, entre ellos Adriana Larriete, residente de Zamora.

Según ella, que el aeropuerto esté ubicado junto a la terminal terrestre representa una gran ventaja para quienes llegan de otras provincias a tomar un vuelo.

“Aquí, que se quede aquí. Porque, cuando llegamos de viaje, nos bajamos del terminal y nos queda cerca”, afirmó.

Con este pensamiento coincidió Víctor Garzón, ciudadano esmeraldeño, quien decía que la cercanía del aeropuerto con la terminal y el centro de la ciudad agilizaba muchos trámites.

“En caso de que no se realizara ningún cambio, lo mejor sería mantenerlo aquí”, dijo. Pero afirmó que, si se debe tomar una decisión con relación a una nueva ubicación, la debe tomar el Municipio porque “tiene más conocimiento de lo que pasa en la ciudad”.

Leandro Silva, por su parte, había llegado desde la ciudad de Loja y afirmó que desconocía el plan del nuevo aeropuerto de Guayaquil. Admitió que, como viajero, mientras más cerca de la ciudad esté el aeropuerto es mejor, porque así no “recorre tanto y tampoco está susceptible a algún tipo de daño por la delincuencia”.

Para el personal de una cooperativa de taxis que espera a los viajeros en las afueras de arribos internacionales solo existe una opción: Daular.

“No hay que exponer a la gente”, decía Fullton Olarte, cuestionando la seguridad de un posible aeropuerto en Taura.

Además, aseguraba que las actuales tensiones solo corresponden a diferencias políticas y no, según indicó, a lo más importante: el bienestar de las personas.

Sin embargo, también admitió que el actual aeropuerto tiene para seguir operando “al menos unos diez años más”.

“Mil veces Daular”, dijo José Molina, otro taxista, y descartaba por completo Taura por ser un lugar “desolado”, mientras que en Daular —dijo— la presencia de urbanizaciones y la Policía es favorecedora.

“Imagínese venir con un pasajero desde allá (Taura). En la carretera sí es posible que hasta te asalten”, señaló.

Pero en redes sociales también hay opiniones de que se debería ejecutar un aeropuerto en Taura porque atendería otras provincias cercanas a Guayas.

Además, señalan que podría ser una oportunidad de desarrollo para comunidades cercanas a la zona.

El aeropuerto José Joaquín de Olmedo está concesionado a Tagsa hasta 2031. En esa empresa hay capitales nacionales y extranjeros.

Si el Gobierno asume la competencia aeroportuaria dada a Guayaquil en el 2000, deberá renegociar contratos que involucran capital nacional y extranjero.

Actualmente, el aeropuerto lleva dos años seguidos que mueve más de 4 millones de pasajeros. Este año la tendencia puede seguir similares cifras. (I)