Hace poco más de una semana acudió a una reunión de su trabajo. Luego de la fiesta empezó con sintomatología similar a la de una gripe: fiebre, escalofríos, malestar general y dolor de garganta.
Durante tres días, las dolencias se mantuvieron, pero al cuarto día no desaparecieron, sino que se agudizaron. La tos pasó de seca a ‘productiva’, es decir, con expulsión de flema y, sumado a ello, la saturación le empezó a bajar. No podía caminar una determinada distancia porque le faltaba el aire.
Este fue uno de los últimos de la decena de casos que recibió a finales de noviembre en su consultorio el médico Henry Pinela. Para terminar de confirmar el diagnóstico, el paciente se sometió a una prueba COVID-19 que resultó positiva.
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Pinela indicó que este tipo de cuadros se incrementaron en noviembre. Hasta octubre, en su consultorio, había tenido casos aislados. Para inicios del mes pasado, se pasó a un rango de uno a dos casos de COVID por semana, pero en la última semana pasó a recibir uno diario.
Solo el último fin de semana del mes, manifestó el galeno, recibió tres casos positivos. Dos de ellos contagiados luego de acudir a una fiesta laboral y el último, por un cumpleaños.
Los primeros días, los pacientes le indicaron que habían tomado antigripales y paracetamol para paliar los síntomas, pero esto no fue suficiente, pues los síntomas se fueron agravando.
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“Son personas que ya llevan seis a siete días con síntomas, el mismo patrón que tuvimos hace cinco años. Me indican que el dolor en el abdomen es muy fuerte, dolor en las articulaciones, dolores en los músculos, dolor de cabeza intenso, tos y sensación de cansancio”, indicó.
En ese sentido, se otorga el reposo y se recomienda el aislamiento para evitar el contagio.
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Pinela explicó que también hay pacientes con sintomatología leve, pero positivos para COVID-19 —luego de prueba PCR o prueba rápida—, por lo que se asume que hay varias cepas circulando.
Casos respiratorios y COVID-19 en Guayaquil
El director de Salud e Higiene del Municipio de Guayaquil, Juan Carlos González, explicó que sí existe un incremento de pacientes que acuden a la red municipal con sintomatología respiratoria, no solo de COVID-19.
Diariamente, el Hospital Bicentenario recibe hasta 300 pacientes y en la red municipal aproximadamente 2.800 a 3.000 personas. De esas cifras, al menos el 60 % —en el último mes— han sido cuadros de influenza A, B, virus sincitial y COVID, detalló González.
Entre enero y noviembre, la red municipal de salud confirmó 233 casos de COVID-19.
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La tendencia, no solo de COVID, sino también de otras enfermedades respiratorias, se observa en la cantidad de personas que esperan en las sillas ubicadas en los exteriores del Hospital Bicentenario.
Hasta ese punto llegan pacientes que buscan atenderse por dolencias derivadas del COVID-19 y de enfermedades respiratorias estacionales.
González señaló que, llegada esta época del año, sí se espera un ‘pico’ que se considera habitual. Esto debido a reuniones recurrentes y la concurrencia a espacios masivos.
“No es algo que nos va a coger por sorpresa”, manifestó.
El director de Salud municipal subrayó que en esta temporada en la que llegan las lluvias también se debe poner especial atención a enfermedades como el dengue. “Estamos con los hospitales listos, abastecidos con medicina y con las pruebas para atender a los guayaquileños”, añadió.
Recomendaciones para la ciudadanía
Los médicos recomiendan que las personas prioricen el uso de mascarilla en espacios cerrados si detectan alguna sintomatología, sea de COVID o de dolencia respiratoria. En los trabajos, por ejemplo, utilizar este dispositivo para evitar los contagios.
También, ante el inicio de un mes de festejos, de detectar algún tipo de molestia en la salud, evitar reuniones masivas; acudir al médico y realizarse una prueba para frenar una posible propagación a grupos vulnerables.
Desde la Dirección de Salud municipal se enfatiza en el lavado de manos y el chequeo con el médico de cabecera, de presentar síntomas. Si niños presentan alguna dolencia, evitar enviarlos a la escuela o centros de estudio para frenar el contagio.
“Si te lavas las manos, saludas a una persona, tienes un gel alcohol o después de un momento te lavas las manos, eso también ayuda o contribuye a que el paciente no transmita en las manos el virus y evitemos contagios”, concluyó el director Juan Carlos González. (I)


















