Laddy Farías, de 40 años, elabora colada morada y pasteles veganos y los vende junto con su hijo Rommel, quien padece ceguera en un 95 % y además tiene deficiencia intelectual del 80 %.
Como madre soltera, ella empezó este emprendimiento cuando nació su hijo Rommel.
Con él arrancó en los bajos de un paso a desnivel de la av. 25 de Julio, de manera informal, luego continuó en ferias y ahora lo sigue haciendo por medio de redes sociales, sumando 18 años.
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El joven, que tiene PCI (parálisis cerebral infantil), le ayuda en las ventas, ofreciendo los productos, y también en cargarlos.
“Él es de las personas que les gusta vender, me ayuda, le ofrece, da la cucharita, le pide el dinero. No se deja, médicamente es ciego, pero con la obra de Dios ve”, remarcó la madre orgullosa.
Ella contó que su hijo es un imán para que los usuarios se acerquen a mostrar su apoyo en ferias.
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Además tiene otros dos hijos, uno de ellos de 14 años, quien también tiene discapacidad física.
Rommel se mantiene activo y se sigue formando en Ceprodis, un centro para personas con discapacidad.
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“La vida es dura y pone pruebas, como en Ecuador la comida es lo que más se vende escogimos eso. Debido al emprendimiento he podido sacar adelante a mis hijos”, dijo esta madre.
Ella además se instruye por medio de cursos para mejorar e innovar en las recetas.
Farías busca transmitir el mensaje de que pese a las complicaciones, se pueden vencer barreras y generar pequeños negocios para sostenerse.
“Mi emprendimiento es la base de mí, para mantenerlos, si no fuera por la lucha del día a día no podríamos salir adelante, quienes dicen que no se puede es mentira. A la madre con un niño con discapacidad no le digan que no puede, sí se puede”, remarcó esta mujer.
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Hace cinco años, ella se agotó, decidió salir de entidades donde trabajaba en condición de dependencia y tomó las riendas de su tiempo para abrir un emprendimiento de un centro veterinario, que es la profesión de su pareja.
“Vimos que todo el mundo ahora tiene una mascota y la ubicamos cerca de casa”, citó.
De esta manera, ella tiene un horario más flexible para poder dedicar más tiempo a la menor y así evitar dejarla con personas que quizás no la vayan a cuidar correctamente.
“Emprender no es fácil porque la economía atraviesa por problemas, hay presión económica, pero teniendo más tiempo se lo puedo dedicar más a mi familia”, dijo esta madre.
Destacó que con las otras dos hijas, de 18 y 10, ha podido acercarse más en sus actividades. “Estamos más fuertes como familia”, dijo.
En la veterinaria se dan atenciones de consultas generales, cirugías, plan de cachorro sano, vacunas, esterilizaciones, laboratorios, baños y más.
Otra muestra de lucha es Kevin Arreaga, junto con su esposa.
Ellos lanzaron un emprendimiento que busca apoyar económicamente las necesidades de la madre de él, con movilidad reducida, y su cuñada, con parálisis cerebral.
“A veces el trabajo no permite cuidarlos, es una limitante grande. Como familia, una persona con discapacidad siempre necesita que se le dé tiempo”, dijo él, quien además complementa su labor como trabajador en una empresa.
En su negocio ofrecen artículos virales en TikTok, como estrellas que hablan, limpia zapatos, un artefacto que sirve de cuchillo y pelador, grillos que se mueven con los rayos del sol, loncheras térmicas. Además, la madre de Kevin realiza decoraciones en botellas que luego se venden.
En una semana se pueden gastar $ 35 por necesidades de la madre de Kevin, tanto por medicinas, insumos y también traslados. Este emprendimiento sirve en un 30 % para cubrir esos valores continuos.
“Las ferias nos permiten sacar capital para avanzar en ganancia y seguir, esto es una pequeña ayuda para gastos de traslados, medicinas...”, dijo.
En una feria inclusiva en la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil (UTEG) estos emprendimientos fueron parte de los participantes. Tuvieron una buena aceptación y ventas entre la comunidad del centro.
Marilyn Muñoz, coordinadora de Sostenibilidad de la UTEG, remarcó que se colabora con talleres de economía circular y costura sostenible para allegados de personas con discapacidad, a fin de mejorar la calidad de vida de ellos. (I)






















