Este 27 de junio, la provincia de Guayas tuvo al menos dos temblores en las primeras horas. El primer sismo se registró a las 01:31 y el segundo, a las 08:42.

Un fenómeno que se ha presentado de manera continua durante esta última semana de junio, especialmente en la zona de Naranjal.

A pesar de que ocurrieron el mismo día, los sismos tuvieron una distancia de 65 kilómetros uno del otro, aproximadamente.

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Este Diario se comunicó con un experto en el tema para ahondar en las causas que han provocado los movimientos continuos.

“Aun cuando estos eventos (por su profundidad) ocurrieron en la placa de Nazca en subducción bajo el continente, no tienen como fuente una misma estructura”, explicó Sandro Vaca, investigador del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.

El IG informó que los movimientos del 27 de junio tuvieron epicentros cercanos a Guayaquil.

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El primero en sentido norte, localizado a 17,1 km de la ciudad puerto, fue el que más se sintió y tomó por sorpresa a los habitantes de la provincia.

Un sismo de 4,8 se sintió en la madrugada de este 27 de junio en Guayas

Vaca detalló que la sismicidad es muy recurrente en el país, especialmente con movimientos de magnitudes menores a 5.

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Qué produjo el sismo de 5,6 ubicado en la zona de Naranjal: sismólogo del IG explica los motivos

La magnitud del primer temblor fue de 4,8, según el IG. Mientras que el segundo fue de menos proporción, alcanzó los 3,3. Este último sucedió a 21,17 km de Naranjal.

“No es raro que ocurran eventos de este tipo en zonas relativamente cercanas sin que compartan una misma fuente (falla) de generación”, señaló el experto.

Sobre si algo tiene que ver esta época del año con la presencia de movimientos telúricos, Vaca aseguró que no.

Igualmente, el especialista descartó que este fenómeno esté relacionado con la existencia de vegetación espesa en Naranjal, donde hay área de manglar.

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“Los sismos se producen a profundidades de varios (incluso centenares de) kilómetros bajo la superficie del suelo. La presencia de manglares (o cualquier otro tipo de vegetación) no tiene ningún tipo de influencia sobre la ocurrencia de los sismos”, puntualizó.

Cabe recalcar que esta actividad sísmica es normal en un país como Ecuador, tal como señaló el académico: “Debemos recordar que los sismos no se pueden predecir y en función de esto, siempre debemos estar preparados para tomar las acciones más adecuadas en pos de salvaguardar nuestra integridad personal”, aseveró. (I)