A pesar de estar prohibidas, las fiestas de concurrencia masiva son recurrentes en Guayaquil y en otras ciudades del país, situación que preocupa tanto a las autoridades como a médicos puesto que estos festejos implican el riesgo de propagación del coronavirus y de sus principales variantes que ya circulan en Ecuador como la alfa, gama y delta, que son más contagiosas que la original.