A Sofía, de 4 años, le quitaron el celular. Empezaron los golpes sobre la mesa, los gritos y a mover los pies como para dar patadas y el llanto inconsolable. Esa situación se ha vuelto repetitiva en los últimos meses, ya que ella está en teleducación y permanece en la tableta por las tardes porque su madre regresó a trabajar de forma presencial y ahora está más expuesta a la tecnología debido a las clases online, los juegos y aplicaciones.

Especialistas detallaron que estas adicciones modernas como a la tecnología, principalmente, a los videojuegos, computadoras y celulares, ocupa un puesto relevante en el marco de los consumos adictivos. Y que con el nuevo autoconfinamiento por el repunte de casos del virus en Ecuador, los niños han permanecido en casa más tiempo por lo que esta situación se repite en hogares.

Publicidad

La terapeuta de lenguaje Gypsy de la Torre, directora de Consultorio Integral de Terapia Familiar (Cotefarm), explicó que la pandemia del COVID-19 ha enfrentado a diversas situaciones que se salen de control. Por ejemplo, a los pequeños de no poder socializar entre niños, los padres han tenido que darles la tableta para mantenerlos entretenidos ya que ellos están atendiendo las demandas del teletrabajo.

Herramientas digitales para controlar los contenidos que ven los niños en internet

Agregó que los niños con estas adiciones tienen problemas para dormir, no les gusta realizar otras actividades en casa ni sus juguetes, solo desean estar conectados.

Publicidad

“Se puede detectar cuando necesitan el celular para comer, para bañarse, para hacer alguna actividad y cuando se les quita, tienen reacciones muy fuertes, berrinches imparables, tienen muchas dificultades en su comportamiento”, explicó.

Agregó que en niños más grandes esta situación se muestra diferente, con la interacción en redes como el uso de videojuegos, compartir contenidos en redes sociales y estar expuestos.

Nicolle, residente del norte, comentó que ella evitó a toda costa que su hija esté conectada al televisor y tableta hasta los 3 años, sin embargo con la pandemia fue imposible debido a las ocupaciones que se le presentaron.

“Cuando veía demasiada televisión (Smart TV) estaba más inquieta, tenía más energía y haciendo rabietas. Cuando le decía ya no más televisión se ponía a llorar y llorar como algo muy doloroso que le quitaban, tenía que pasar 20 minutos tranquilizándola, me arrepentía haberle puesto”, recordó ella.

Ivone Bravo Antor, psicoterapeuta, explicó que una de las situaciones que aumentan el problema es que los padres no establecen control de horarios, rutinas sobre el niño y este cree que puede conectarse en cualquier momento.

“Hay que evitar que los niños vean contenido no acorde para ellos, porque hay escenas de mucha violencia, escenas no aptas para la edad de cada uno”, indicó la profesional.

¿Cómo enfrentar esta situación?

Gypsy De la Torre explicó que hay que poner límites, que los niños menores de 3 años eviten por completo el acceso a la tecnología, mientras que los niños mayores de 4 años pueden ver la tableta una media hora, una hora diaria bajo supervisión, si no pueden estar los padres, hay que instruir a los cuidadores.

“Nosotros somos los responsables de lo que él está viendo, los niños no pueden tener la libertad de abrir lo que quieran. A mí me sorprende mucho cuando abrimos un video para niños, pero llega una publicidad con música de reguetón con la letra no apta para niños, vulgar. Nosotros debemos estar ahí para ver qué no pueden ver, qué no se puede repetir, si es posible revisar el contenido antes de que el niño lo vea”, comentó.

Terapeutas indican que los padres deben dedicar más tiempo para compartir con los niños para evitar que busquen estar conectados. Foto: Ronald Cedeño. Foto: El Universo

Agregó que en el caso de que haya una adicción se realiza un proceso de retirar el celular poco a poco, media hora menos , así poco a poco se podrá ver un avance en su conducta y capacidad de socialización, aunque sí quedan secuelas en la concentración y atención que luego se evidencian en la escolaridad.

Dijo que en el caso de los adolescentes se aconseja el diálogo, conocer a sus amigos, saber quiénes son. “Para ellos, que es una generación digital, el mundo que viven dentro de la tableta es real. Y debemos advertirles, en el caso de las niñas, de que así como ellas no se levantarían la blusa en la calle, tampoco pueden hacerlo delante del teléfono porque las expone a otras personas”, explicó. (I)