"Cuatro millones de personas vivimos solo por la cuenca del río Daule, sin contar por la parte del Babahoyo y de Guayas, casi un cuarto de la población del Ecuador. Y es hora de prestarle más atención a esta situación", dice Giovanni Ginatta sobre la importancia de dragar los ríos y de mantener medidas de protección para evitar los sedimentos que se forman y que incluso se convierten en islote como El Palmar, que ahora se busca volver a dragar sus alrededores.