Transitar por Guayaquil es descubrir una urbe que día a día crece en el plano arquitectónico, con modernos edificios y otras obras complementarias que mejoran su desarrollo. Uno de los atractivos turísticos que tiene la ciudad son las decenas de monumentos que posee para rememorar personajes históricos y fechas importantes, los cuales sirven para enriquecer la cultura patria.

Melvin Hoyos, miembro de la Academia Nacional de Historia y que además es autor del libro Monumentos, plazas y parques de Guayaquil, cuenta que el primer monumento que tuvo la ciudad y el país fue la obra hecha en bronce dedicada a Vicente Rocafuerte, primer presidente ecuatoriano nacido en el país, gobernador y alcalde de Guayaquil. “En 1873, el Comité Promonumento a Vicente Rocafuerte encargó al ingeniero y artista francés Aime A. Millet el diseño y construcción de la estatua del expresidente del país. En noviembre de 1879 llegaron a Ecuador la estatua y los bajorrelieves en bronce que ornamentarían el pedestal de granito. Y el 1 de enero de 1880 fue inaugurado”. Actualmente se encuentra en las calles 9 de Octubre y Pedro Carbo.

La segunda obra de este tipo fue la del monumento ecuestre de Simón Bolívar. Hoyos dice que esta obra también estuvo a cargo del Comité Promonumento (encabezado por Clemente Ballén), incluso fue encargada antes que el primero. “El 3 de noviembre de 1872 fue el pedido para su elaboración, pero a diferencia del de Rocafuerte, se tuvo que recolectar mucha información porque en Perú ya habían construido uno en su honor”, dice Hoyos.

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El escultor italiano Giovanni Anderlini fue el encargado de la construcción del monumento; se demoró más 10 años en elaborarlo. “La mitad de la obra llegó a Guayaquil a mediados de 1887. Su inauguración se dio el 24 de julio de 1889 con una gran celebración”. Se encuentra en el parque Seminario (calles Chile y 10 de Agosto).

El tercer monumento de los más antiguos es de José Joaquín de Olmedo. Su inauguración se dio en octubre de 1892 y está ubicado en las calles Olmedo y Malecón. “Otra vez el fiscalizador fue Clemente Ballén, pero esta vez le encargó la elaboración de la obra al escultor francés Alexandre Falguière, mientras que su compatriota, George Chedanne, hizo el pedestal de granito en que se asienta el monumento”.

Cuando se develó la estatua de Olmedo su hijo expresó: "Esta idéntico a mi padre cuando era joven".

Junto a Olmedo figuran dos personajes: un anciano y un indio que representan el río Amazonas y Huayna Cápac, respectivamente. "Ellos hacen alusión al gran poema que escribió Olmedo: Canto a Junín", explica Hoyos.

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Para el año 1900 el escultor italiano Augusto Faggioni Vannuncci entregó a Guayaquil el monumento a Pedro Carbo, quien fue un hombre muy querido por los guayaquileños. "Esta obra, que a diferencia de las anteriores que son de bronce, es hecha de mármol de carrara de dos colores: gris para la base y blanco para la estatua", explica Hoyos.

El monumento, que tuvo un precio de 12.000 sucres, está elevado sobre una columna pedestal en cuyo frente se encuentra una mujer sentada en una banqueta que representa la alegoría de la República. La obra fue inaugurada el 9 de Octubre de 1909 y está ubicado en las calles Víctor Manuel Rendón, entre Pedro Carbo y av. General Córdova, frente a la iglesia de La Merced.

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El quinto monumento de la ciudad es el de Antonio José de Sucre. "La intención de este homenaje nació para recordar que la Batalla del Pichincha fue exitosa gracias a Guayaquil porque el mariscal Sucre no hubiese ganado de no ser por el apoyo de los guayaquileños", exhorta Hoyos.

Esta obra, que también es creación del escultor Augusto Faggioni, fue inaugurada el 8 de octubre de 1911. La estatua se levanta sobre un pedestal cuya base inferior es de mármol y la segunda de granito. El monumento estuvo el siglo pasado en un parque ubicado entre el Palacio Municipal y la Gobernación del Guayas, donde ahora se levanta el monumento a la Fragua de Vulcano; en la actualidad está ubicado en la Plaza de la Administración, calles Clemente Ballén y Pichincha.

Las obras más famosas y turísticas que tiene Guayaquil son la Columna de los Próceres de la Independencia y el Hemiciclo de la Rotonda que fueron inauguradas los años de 1918 y 1937 respectivamente. (I)