El parque Seminario reabrió sus puertas al público hace varias semanas, luego de varios meses sin acoger a turistas por la pandemia del COVID-19 que afectó a la urbe desde marzo pasado.
Este espacio verde es el más antiguo de Guayaquil y se caracteriza porque en su interior habitan iguanas, ardillas, peces y otros animales. Está ubicado en el cuadrante de las calles Chile, Chimborazo, 10 de Agosto y Clemente Ballén, en el centro porteño, y es punto fijo para los visitantes de otras latitudes que recorren el sitio atraídos por su fauna.
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La creación de este parque se remonta a finales del siglo XVII, en que la ciudad se extiende hacia el sur, en el sector de Sabaneta, para contrarrestar la permanente amenaza de ataques piratas e incendios.
Según el libro Monumentos, plazas y parques de Guayaquil, escrito por los historiadores Efrén Avilés y Melvin Hoyos, el levantamiento de la nueva ciudad comenzó en 1692 con el establecimiento de la plaza de Armas y la construcción de la iglesia Matriz, en el predio donde actualmente se impone la Catedral metropolitana.
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Para 1699 en los alrededores de la plaza ya funcionaban la Casa del Cabildo, y se trasladaron al sitio autoridades civiles, militares y religiosas.
Este espacio, también denominado Plaza Mayor, estuvo abandonado hasta el siglo XIX, en que Francisco Javier de Garaycoa, primer obispo de Guayaquil, gestó su remodelación.
Según crónicas del historiador Modesto Chávez Franco, en este espacio se congregaba la comunidad para escuchar las disposiciones de ley, y para asistir a eventos denominados patrióticos en esa época, de carácter colectivo, como ejecuciones y lecturas de bando del cabildo o bandos reales.
La Catedral metropolitana está ubicada frente al parque Seminario. Este sitio tomó su denominación a finales del siglo XIX. Antes era conocida como plaza de Armas. Foto: Archivo.
En 1868 se construyó una estrella de ocho puntas con piedra caliza, traída desde San Eduardo, que demarcaba camineras y calzadas convergentes hacia el centro del sitio. De ahí que su denominación cambió a plaza de la Estrella.
En aquella época este lugar era visitado por guayaquileños para disfrutar de actividades como peleas de gallos.
El 24 de julio de 1889, para conmemorar los 106 años del libertador Simón Bolívar, en la plaza de la Estrella se inauguró una estatua en su honor, a cargo del escultor italiano Giovanni Anderlini. La base de la figura fue construida por el arquitecto Rocco Queirolo.
El entonces presidente de la República, Antonio Flores Jijón, develó la figura de Bolívar. El libertador posa con un traje militar, montado en un caballo, con una capa sobre los hombros y lleva una espada.
En una de las caras del pedestal, hecho de mármol de Carrara, está instalado un bajorrelieve que simboliza la entrevista con José de San Martín, en Guayaquil en 1822. Así esta céntrica plaza pasó a denominarse Bolívar.
En 1885, Miguel Suárez Seminario realizó varias donaciones al parque, para que sea remodelado. Él entregó rejas perimetrales, ornamentos, la glorieta, una laguna y varios faroles. El 24 de julio de ese año fue reinaugurado con el nombre de este benefactor. Su denominación se ratificaría en sesión extraordinaria del Concejo Cantonal un mes después.
En el siglo XX, en este parque se desarrollaban actividades de distracción para las familias porteñas como retretas.
Una vez que los árboles sembrados en este espacio crecieron, comenzaron a asentarse ardillas, tortugas y otras especies, a inicios del siglo XX.
Las iguanas que viven en este espacio atraen a los turistas. Foto: Archivo.
La llegada de las iguanas al parque, cuya presencia lo ha convertido en un sitio icónico de la urbe porteña, se dio en la década del 70 en el siglo XX.
Los reptiles pasean por este espacio atrapando las miradas de los turistas locales y extranjeros que les toman fotos e incluso les dan de comer.
Muchos de los visitantes que llegan a la ciudad porteña por primera vez se sorprenden al encontrar, en el medio de la ciudad, un espacio en el que conviven varias especies.
En este parque se realizan, tradicionalmente, actividades culturales para festejar a Guayaquil, que esta semana celebra los 200 años de independencia. También eventos como festivales de comida criolla y recitales de coros de niños y adultos mayores. (I)
Esculturas de porteños en exterior del parque
Las esculturas de dos ilustres personajes guayaquileños reposan en los exteriores del parque Seminario: Medardo Ángel Silva y Ana Villamil Icaza. Silva sostiene un libro con sus manos, a la altura de Chile; mientras que Villamil toca un piano en la intersección de Diez de Agosto y Chimborazo. (I)