“Hay que hacer una fila como de 20 o 30 minutos para ingresar (a la parada)”, “Faltan más alimentadores y más control”. “Ya vamos casi pegados (en horas picos), no se respeta el distanciamiento”, “no hay alcohol gel en los dispensadores”, “la gente se quita las mascarillas en los buses de la Metrovía” son parte de las quejas de los usuarios actuales de la Metrovía, el sistema de transportación masiva implementado por el Municipio de Guayaquil desde hace 14 años y cuyo porvenir ahora es incierto.