Quienes pasan a diario por las calles Boyacá entre Clemente Ballén y 10 de Agosto, en el centro de Guayaquil, se topan con una imagen inusual. Las puertas del Grand Hotel Guayaquil permanecen cerradas, a raíz de que empezó la pandemia, comentaron algunos transeúntes. Eso incluye a su restaurante La Pepa de Oro.