Quienes pasan a diario por las calles Boyacá entre Clemente Ballén y 10 de Agosto, en el centro de Guayaquil, se topan con una imagen inusual. Las puertas del Grand Hotel Guayaquil permanecen cerradas, a raíz de que empezó la pandemia, comentaron algunos transeúntes. Eso incluye a su restaurante La Pepa de Oro.

Lo mismo ocurre con las ventanas, todas están cerradas. El único local abierto en este edificio es el de Galleta Pecosa, que empieza a la mitad de Boyacá y se extiende hasta el lado de 10 de Agosto.

Pedro Serrano, presidente de la Asociación Hotelera del Guayas, señaló ayer que el cierre del Grand Hotel Guayaquil es temporal. “El hotel está cerrado temporalmente debido a la situación que estamos viviendo del COVID-19, no hay otra razón. Es temporal”, enfatizó él y agregó que lo mismo ocurre con otros dos hoteles más en Guayaquil.

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Cadena turística es una de las más afectadas por los despidos en emergencia

El dirigente mencionó que cuando la ciudad cambie a semáforo verde se espera volver a la normalidad en cuanto al funcionamiento de los sitios, pero acatando las normas de bioseguridad dispuestas para contrarrestar la pandemia.

Serrano mencionó que con la crisis sanitaria los huéspedes prácticamente han desaparecido. No obstante, señaló, hay muchos otros hoteles que están funcionando, aunque con un mínimo de su capacidad.

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“Nosotros (hoteles), como muchas empresas de servicio como es la compañía aérea, estamos avocados a que la situación económica es demasiado crítica, porque somos compañías con demasiados costos fijos y ante una situación de movimiento parcial no tenemos flujo de caja para sostener eso”, refirió él.

El Grand Hotel Guayaquil está situado junto a la Catedral Metropolitana y es un referente del centro de la ciudad.

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Serrano refirió que en el caso del hotel Courtyard by Marriott sí cerraría definitivamente porque el edificio cambiaría de actividad. (I)