Una sala que ofrece una vista hacia la piscina, cinco dormitorios y un cuarto de estudio en los dos pisos de construcción son parte de las características que se describen en el anuncio de una residencia en la urbanización Río Lindo, ubicada en la avenida Samborondón.

Aquel inmueble con un área de construcción de 478 m² se promociona en el portal inmobiliario Properati a un valor de $550 000. Este sitio del km 5,5 de la avenida Samborondón es uno de los diez sectores con más alto valor inicial de venta dentro de los registros de un análisis gestionado por este portal de venta de inmuebles.

Dentro de estos reportes, cuatro sectores de la vía Samborondón, desde el km 1,5 hasta el 8,5 se cotizan entre los sectores con más alta plusvalía, sus precios varían entre los $1010 hasta llegar a los $1646 por metro cuadrado. En el ranking también hay sectores de vía a la costa como Portofino y Puerto Azul, y otros del norte como Urdesa, alrededores del Mall del Sol, Puerto Santa Ana, Acuarela del Río, y más (ver imagen).

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Ricardo Meneses, analista de datos de la firma, contó que durante nueve meses se tomó una muestra de 4148 casas y 1567 departamentos en Guayaquil y Samborondón. Para eso se extrajo la información de los anuncios y se geolocalizó por los sectores más cotizados.

En el portal, varios inmuebles de la vía a la costa y Samborondón se cotizan en cerca de $500 000 hasta sobrepasar los $2 000 000.

Según el análisis, las casas en promedio tienen un costo de $718 por metro cuadrado y los departamentos de $1124 por metro cuadrado. “Tienen un diseño amplio, de última tecnología y están cercanos a servicios”, dijo Meneses.

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Con aquello coincidió Carlos Repetto, presidente de la Cámara de la Construcción. Él agregó que el costo también incide por el tipo de construcción con los diseños de urbanización, el tamaño de los lotes, disponibilidad de clubes, y más.

Precisamente, Marola Cárdenas, residente de Las Riberas, una de las primeras urbanizaciones de Samborondón, destacó la facilidad de acceder a múltiples servicios.

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Al igual que María Lorena Valverde, residente desde hace 9 años en la urbanización Portofino (vía a la costa), considera vital disfrutar de espacios verdes con la seguridad de sus alrededores.

“Tengo un hijo pequeño, es realmente provechoso para él (el parque)... eso realmente me llena bastante y considero que vale muchísimo la tranquilidad que hay”, comentó.

En cambio, Francisco Naranjo, residente en Puerto Azul, resaltó que la urbanización tiene acceso a un brazo de estero Salado y varios servicios como gimnasios, restaurantes y tiendas.

“Como vivimos al pie del estero nos gusta ver el paisaje, practicamos kayak, o vamos en bote para salir, cuando hay tiempo...”, agregó este residente, que percibe como una problemática los atascos viales y olores generados por fábricas en ese sector.

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Repetto añadió que estos sectores también dan facilidades de traslado, por ejemplo, la vía a la costa tiene salida directa a varios balnearios. (I)