Millones de personas en el transcurso del siglo XXI han sido víctimas de guerra, violencia y persecución, sin más opción a buscar refugio.

La necesidad de velar por estas personas ha generado la apertura de campos y asentamientos que acogen y promueven la integración de refugiados alrededor del mundo.

La entidad religiosa Misiones Salesianas junto con la Fundación Jóvenes y Desarrollo decidieron enfocar su mirada en el norte de Uganda, un sitio que ha acogido a más de 40.000 personas, en su mayoría mujeres y jóvenes procedentes de Sudán del Sur, debido a la guerra que ha afligido a sus habitantes durante seis años, según la agencia Info Salesiana.

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Los misioneros salesianos han aprovechado esta situación para ofrecerles educación, compañía y esperanza en un asentamiento que establecieron allí denominado Palabek, que significa en lengua acholi: Guarda la espada. No pelees.

Palabek inauguró en abril del 2017. Cuenta con una extensión de 400 kilómetros cuadrados y tiene una capacidad para albergar hasta 150.000 personas.

El misionero P. Ubaldino Andrade es uno de los salesianos que se animó a experimentar un día entero en las chozas de los refugiados.

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“La guerra es una experiencia destructiva. No solo destruye casas, sino también corazones. Todo queda atrás, todo desaparece de la noche a la mañana”, comenta Ubaldino.

Los salesianos pudieron compartir junto con dos madres jóvenes refugiadas, Alice y Gladys, quienes en un documental dirigido por Raúl de la Fuente, muestran cómo su vida ha cambiado desde que se refugian en Palabek.

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Por un lado, Alice, merecedora de una beca, está terminando sus estudios secundarios en una población cercana al campo. Mientras, Gladys es la única mujer que asiste a una clase de taller de motocicletas en la Escuela Técnica Don Bosco.

Añadiendo a esto, los salesianos han construido en este tiempo más de once capillas, cuatro escuelas infantiles, una escuela técnica y diversas actividades para el desarrollo de las mujeres, el ocio de los jóvenes y la atención espiritual de todo el asentamiento, según indica la agencia Info Salesiana.

De la Fuente, ganador del premio Goya en el 2014 y 2019, se ha encargado de recopilar la historia de los miles de habitantes que esperan algún día poder regresar a sus hogares, pero que mientras tanto cuentan cómo las dificultades que enfrentan a diario y los sueños que anhelan cumplir. El documental Palabek. Refugio de esperanza se presentó ayer, en Madrid.

Detalles en Palabek

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“Los primeros salesianos llegaron a Palabek por casualidad o curiosidad, para ver lo que ocurría, pero los propios refugiados les pidieron que se quedaran. Ahora somos seis salesianos en el asentamiento”, cuenta el padre Ubaldino Andrade, quien agrega que los salesianos son la única institución que vive y duerme allí. Ellos viven en carne propia las dificultades de una realidad violenta, en la que escasean el alimento y la seguridad. “Los salesianos no regresamos a ningún lugar. Nuestra comunidad está entre ellos”, agrega. (I)