Los adultos mayores requieren aplicar consejos prácticos relacionados con la salud física y emocional para llevar una vida plena, en esta etapa de su existencia en la que es primordial el apoyo de la familia.

Las personas de la tercera edad necesitan como médico de cabecera a un geriatra, que es el profesional indicado para tratar los problemas de salud de los adultos mayores, los aspectos físicos, psicológicos y sociales; y es el profesional que las personas deberían consultar a partir de los 50 años de edad para asegurar una vejez con calidad de vida.

Es imprescindible que las personas mayores se realicen exámenes médicos por lo menos dos veces al año para el control, y se acorte dicho intervalo si es que hay condiciones médicas que lo ameriten, dice Gabriela Altamirano, especialista en Medicina Interna y Geriatría.

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“En cada control deberá realizarse un interrogatorio sobre los síntomas que se hayan presentado, una exploración física detallada, la revisión cuidadosa de los medicamentos que tiene, y estudios de laboratorio generales buscando detectar a tiempo problemas frecuentes como anemia, infecciones urinarias o baja de proteínas, los cuales son muy frecuentes en este grupo de edad”, explica.

Alimentación

La buena alimentación les da energía y pueden ayudar a controlar su peso, también previene enfermedades como osteoporosis, hipertensión arterial, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer, según la nutricionista Carla Rangel.

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Este cuidado consiste en consumir una dieta saludable y balanceada con proteínas, carbohidratos (integrales), grasas, vitaminas, minerales, antioxidantes y fitoquímicos; también el agua, que varía de 1,5 litros a 2 litros dependiendo de las necesidades específicas de la persona.

Se deben evitar las calorías vacías que están en alimentos que tienen muchas, pero pocos nutrientes, por ejemplo, papas fritas, dulces, bebidas azucaradas y alcohol, afirma Rangel.

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Recomienda los que tengan muchos nutrientes sin demasiadas calorías extras, como frutas y vegetales (diferentes tipos con colores vivos), granos integrales, como avena, pan y arroz integral, leche descremada y queso bajo en calorías. También leches de almendras, de arroz o soya fortificada con vitamina D y calcio; pescados, pollo, pavo y huevos; evitar las carnes rojas (cerdo, cordero y res) y mariscos.

Sugiere leguminosas como fréjoles, lentejas, garbanzos y arvejas; y oleaginosas como maní, nueces, almendras, ajonjolí, entre otras.

Los adultos mayores diabéticos o hipertensos deben evitar el azúcar y restringir la sal a media cucharadita por día. Para los no diabéticos la recomendación es tres cucharaditas de azúcar o miel al día.

Rangel dice que se debe optar por alimentos bajos en colesterol malo y grasas saturadas y trans. Las saturadas son grasas de origen animal, mientras que las trans son procesadas en margarina y grasa alimentaria, estas últimas se pueden encontrar en los productos como panes, dulces y empanadas, o alimentos fritos.

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La nutricionista agrega que a estos cuidados se debe sumar la exposición al sol todos los días de 20 a 30 minutos antes de las 09:00 y después de las 16:00, para poder obtener vitamina D para tener unos huesos fuertes, en especial si ha habido caídas y fracturas.

Ejercicios

La alimentación saludable va acompañada de actividad física. Un adulto mayor necesita ejercitarse, pero conociendo sus limitaciones, asegura Gustavo Peralta, traumatólogo, ortopedista y deportólogo.

“Se podría iniciar con tres días a la semana, por un periodo de 30 minutos, y luego incrementándose hasta que se convierta en un sano hábito de vida. Porque lo que se tiene que ganar también es resistencia en su estado físico. Todo con gradualidad”, aconseja.

Entre las ventajas está que permite evitar rigidez articular, porque lubrica las articulaciones. Si el adulto mayor no se ejercita, entra en un sedentarismo marcado, gana peso, pierde habilidad, desaparecen músculos, se provoca degeneraciones, deja de hacer acciones, cambia el biotipo de las personas, y se envejece con rapidez, señala.

Cuando no puedan realizar actividad física debido a su estado de salud se deben apoyar en movilidad asistida, que la enseña el fisioterapeuta, dice Peralta.

A la par del ejercicio está el descanso que debe ser en un ambiente cómodo, sin interrupciones, recordando que los adultos mayores duermen en promedio seis horas diarias. Para la dificultad en conciliar el sueño en ocasiones resulta útil el uso de medicación destinada a mejorar la calidad, dice la geriatra Altamirano y sugiere evitar preocupaciones innecesarias y afrontar de forma positiva esta nueva etapa de la vida.

Bienestar mental y emocional

El tiempo debe ser bien aprovechado, los familiares deben animarlos a realizar actividades recreativas que los mantengan activos en el aspecto físico y mental, dependiendo de los gustos. “Por ejemplo, la gimnasia adecuada para personas de la tercera edad, manualidades con materiales que no tengan potencial riesgo de lastimarlos, ejercicios de terapia cognitiva (ejercicios para fortalecer la memoria) son una buena forma de poder aprovechar el tiempo”, explica Altamirano.

La terapia cognitiva es muy útil. “Son ejercicios para fortalecer la memoria, no solo les permite mejorar esta capacidad, sino que, si se realizan junto con otras personas, favorece el desarrollo de lazos de amistad y camaradería en nuestros adultos mayores”, agrega.

En los centros geriátricos hay opciones para poder combinar aprendizaje y entretenimiento, y de esta forma se favorece la convivencia con otras personas de su edad con quienes mantengan intereses afines, indica Altamirano.

Las personas que conviven con los adultos mayores deben constituirse en su principal apoyo, brindarles confianza, y hacerles entender que el envejecimiento es solo una etapa más de la vida, en donde hay miedos propios y limitaciones, pero que con apoyo de quienes más los aman pueden ser superadas, expone.

Los familiares cercanos pueden ayudar compartiendo tiempo con ellos, visitándolos cada que les sea posible, y apoyando económicamente si es necesario, dice Altamirano.

La psicóloga Soledad Ramírez Manrique comenta que para disponer de cuidados básicos del anciano es fundamental partir de una buena comunicación y de un clima de confianza y seguridad.

Dentro de la estabilidad emocional está que vivan en un solo lugar y no que pasen un tiempo en la casa de un familiar y luego en la de otro.

Altamirano dice que el diálogo debe ser usando palabras adecuadas en cada situación, dándoles la oportunidad de expresarse en un ambiente tranquilo, darse tiempo para escucharlos sin apuros ni exigencias. Sugiere, además, llamarlos por teléfono, pasear con ellos, y permitirles compartir tareas fáciles de la casa bajo supervisión.

“Pueden hacer tareas sencillas como realizar alguna compra, participar del cuidado de la casa en áreas como jardinería y decoración, cuidado de mascotas, y ayudar en la preparación de alimentos hacen que el adulto mayor se sienta partícipe de la dinámica familiar y satisfacción al sentirse útil”, aconseja Altamirano.

Ramírez indica que la autoestima en los adultos mayores es clave ya que el anciano debe valorar sus habilidades y características. “Se sienten rechazados y perciben que la sociedad los valora negativamente, debido al mayor aprecio de los valores asociados a la belleza juvenil por parte de la sociedad y del menor aprecio a la experiencia y sabiduría, como valores propios de la ancianidad”, explica.

La psicóloga hace énfasis en la importancia de abrazarlos, llevarlos de paseo, llamarlos por teléfono a diario, y permitirles expresar sus temores y anhelos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se considera adulto mayor a cualquier persona mayor de 60 años. Algunos de ellos pueden ser adultos mayores disfuncionales debido a que, a causa de los problemas naturales que conlleva el envejecimiento, necesitan ayuda para llevar a cabo sus actividades cotidianas. (I)

“Si no se ejercita, entra en un sedentarismo marcado, gana peso, pierde habilidades, desaparecen músculos, envejecemos aceleradamente”, Gustavo Peralta, deportólogo

 

“La frecuencia del insomnio aumenta con la edad y como factores de riesgo encontramos la depresión, síntomas respiratorios, incapacidad motriz (,,,)”, Soledad Ramírez,psicóloga

“La mayor parte son diabéticos e hipertensos, por eso deben evitar el azúcar y restringir la sal a media cucharadita al día. Si no es diabético 3 cucharaditas de azúcar o miel al día”, Carla Rangel, nutricionista