Cinco pozos de hormigón armado construidos con diámetros internos de 7 a 12 metros y a una profundidad entre 10 a 34 metros de altura servirán como acceso para que dos microtuneladoras formen el hueco por donde se instalará la línea de impulsión que unirá la estación de bombeo de La Pradera a la planta de tratamiento de Las Esclusas, en el sur porteño.