Los olores fétidos alertaron a moradores de la ciudadela Rosa María, en el cantón Milagro, que al buscar el origen de la pestilencia descubrieron dentro de una casa un cuerpo de sexo femenino en estado de descomposición. Pero había otra anomalía: un bebé llorando incesante al lado del cadáver.

Los habitantes rescataron al niño que evidenciaba desnutrición, según un reporte de radio La Voz de Milagro, que detalló que el menor fue extraído a través de las rejas de la ventana, la mañana del sábado pasado.

La Policía estimó entonces que la mujer tenía al menos 72 horas de haber fallecido, tiempo en que el bebé, seguramente su hijo, estuvo desatendido, casi sin posibilidad de alimentarse.

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Familiares que llegaron alarmados por la noticia evitaron dar declaraciones a la prensa. Uno indagó sobre el paradero del infante, con el posible propósito de hacerse cargo de él.

El hecho causó conmoción. La Policía halló en la escena una botella de licor y comida. El cadáver yacía en el piso.

Personal de Medicina Legal procedió con el levantamiento del cuerpo y el traslado a la morgue cantonal.

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En el reporte de La Voz de Milagro consta que la mujer fue identificada como Astrid Carolina Carpio Salazar, de 22 años, y que llevaba dos meses viviendo en la ciudadela Rosa María. Ella, según la fuente, tendría otro hijo que vive con parientes.

No hubo datos respecto de un posible conviviente de la mujer o si este era a la vez el padre del niño.

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Sospecha

La Voz de Milagro señaló que Betty Vizuete, propietaria de la casa ubicada en las calles Sucumbíos y Bolívar, admitió que días atrás percibió malos olores, pero que creyó que se trataba de un roedor muerto.

Vizuete sostuvo que sí escuchó el llanto del niño, que ello permitió también indagar sobre la situación.

Es caso es investigado. (I)

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