Juan Albuja convivía con la inseguridad en su anterior casa en la ciudadela Bellavista, en el norte de Guayaquil. Allí, en dos ocasiones asaltantes ingresaron y robaron enseres. En otra ocasión fue víctima de un secuestro exprés antes de ingresar a la vivienda.

Ante esa situación, optó por cambiarse a la urbanización Plaza Madeira, ubicada adelante de un cerro verdoso, en medio de la parroquia satélite La Aurora, en la avenida León Febres-Cordero. Aun cuando ahora convive con la percepción de mayor seguridad, él y otros vecinos se encontraron con otras molestias.

El paso de las volquetas que ingresan y salen de una cantera colindante con la urbanización genera molestias en vecinos. A menos de cinco metros los vehículos ocasionan vibraciones en las casas y levantan continuamente polvo a su paso; esas nubes de material llegan a las viviendas de Plaza Madeira.

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“Que suspendan, que dejen el monte (el cerro) que nadie lo tope, que pare la explotación, Eso es un crimen, un atentado contra la naturaleza”, clama Albuja, quien ve con tristeza cómo se va modificando la flora y fauna del sitio.

Hace unos años se veía por lo menos un centenar de guayacanes, ahora apenas cuentan dos, señalan vecinos.

La actividad de canteras no es algo nuevo en la zona. En el 2014, vecinos también denunciaron supuestas anomalías. Allí se concluyó que 12 de 24 canteras operaban de manera irregular, en ese entonces clausuraron nueve canteras.

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Betty Alarcón, líder de los vecinos de esta urbanización que agrupa 369 familias, cuenta que han expresado su preocupación del problema al Municipio de Daule desde el año pasado. Han enviado cuatro cartas pidiendo atención por el problema. No han tenido respuesta a sus solicitudes, dice.

“Vivimos encerrados por la cantidad de polvo, nos toca estar con un calor insoportable, el ruido es un espanto, es algo que uno está fatigado todo el día, uno compró una casa acá para vivir en paz”, lamenta otra vecina, Ana Cristina de Zevallos.

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En varios videos, los vecinos han grabado el polvo que proviene del paso de volquetas.

Además, se quejan de que los trabajos en la cantera serían tanto de mañana como de noche. Han tenido acercamiento con el dueño, pero no han obtenido soluciones, aducen.

En el perímetro hay dos plantas de tratamiento de esa urbanización, las mismas que se pueden ver afectadas en el futuro por las vibraciones, dice Alarcón con temor.

Tanto ella, que vive en la mz. 1, como Luis Alcívar, de la mz. 6, han tenido problemas de fisuras en sus patios.

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El Cabildo refirió que Juan Carlos Fernández, director de Servicios Públicos, maneja estos temas ambientales. Desde el miércoles, este Diario intentó contactarse con el funcionario, pero su teléfono aparecía fuera de servicio o apagado. (I)