Sacando el asiento y espaldar trasero de su vehículo, un automóvil marca Hyundai del 2007, para revisar unas piezas, Luis Barahona se percató de que el carro sí tiene los cinturones de seguridad posteriores, estaban escondidos bajo el tapizado.

Él lo desconocía, y al verlos empolvados comentó que los lavaría y habilitaría, ya que a partir de enero del próximo año la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) sancionará con rigor a aquellos conductores que incumplan el artículo 390, numeral 10 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

Dicho articulado señala que el conductor que tenga, según los reglamentos de tránsito, la obligación de contar con cinturones de seguridad y no exija el uso del mismo a sus usuarios o acompañantes, será sancionado con el 15% del salario básico unificado ($ 57,9) y la reducción de 4,5 en la licencia.

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Christian Rochina, jefe de Estadística de la ATM, indicó que entre enero y octubre de este año se emitieron 929 multas a choferes por no exigir a sus acompañantes el uso de los dispositivos de seguridad, principalmente, a quienes van en el asiento delantero, de copiloto.

La cifra en comparación con el mismo periodo del 2017 (974) representa un 5% menos de citaciones.

Luis Lalama, director de Operaciones de la entidad de tránsito municipal, refirió que en enero próximo los controles del uso del cinturón de seguridad se aplicarán a todos los vehículos sin importar el año de producción de los carros.

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Desde octubre hasta diciembre de este mes, la Unidad de Educación y Seguridad Vial ha ejecutado una campaña de concienciación sobre el tema, lo que incluyó la entrega de volantes que tienen impreso el artículo 390 del COIP.

Y es que el uso de los cinturones posteriores no ha sido una práctica común en la ciudad y en el país, aunque la reglamentación no es nueva.

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Lalama dijo que la sanción por incumplir dicha normativa también se impondrá a conductores de buses intra e interprovinciales que salen de la terminal terrestre de Guayaquil.

Luis Jara, conductor de un taxi convencional, tenía inhabilitados los cinturones posteriores hasta el lunes anterior. Al igual que en el caso de Barahona, los tres dispositivos traseros de su carro estaban debajo del tapizado, sucios.

“El problema es que a veces el pasajero se sube atrás justamente porque no quiere ponerse el cinturón. Pero ya voy a tener que habilitarlos y hacer que se los pongan”, expresó el taxista.

A propósito de la aplicación de sanciones desde el próximo año, la demanda de cinturones para los asientos traseros ha aumentado en los locales de venta de accesorios ubicados en la conocida calle Ayacucho.

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María Cedeño, dueña del local Accesorios Brothers, a la altura de Lizardo García, espera que la próxima semana le llegue un pedido de mil dispositivos que hizo en Colombia.

Ella vende cinturones de dos calidades; el de tres puntas, manual, hecho de nailon poco resistente ($10) y el de faja automática de una punta ($15,50).

La instalada del primero cuesta $5; la del segundo,

$ 10, pero como generalmente en los asientos posteriores van tres cinturones para el mismo número de pasajeros ese costo del dispositivo así como la instalación se triplicaría.

Christian Fajardo, del local FR Autopartes, en Ayacucho y Tungurahua, distribuye cinturones manuales con broche de fierro ($ 15) y de plástico ($ 10). El par de dispositivos automáticos cuesta $ 50.

Por la instalación de estos últimos él cobra $ 20, porque, sostuvo, deben hacerse acoples.

Manuel Murtinho, gerente de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA), señaló que hace unos 35 años los carros importados vienen con cinturones posteriores, pero que ciertos modelos no traen los tres dispositivos. Aquello, expuso, al ser una cuestión de fábrica debería considerarse al momento de ejecutar los operativos.

Lalama señaló que la ley establece que todos los ocupantes del vehículo deben ponerse el cinturón de seguridad. En virtud de ello, agregó, los dueños de esos carros deberían hacer adaptaciones. 

Control en carreteras

La Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) ejecuta el control del uso del cinturón de seguridad en los asientos posteriores, en las carreteras de provincias donde tiene competencia. Luego de una campaña de socialización la entidad ya ha emitido algunas multas.

En Guayas, entre enero y el 4 de diciembre de este año se emitieron 3.394 citaciones, esta es la provincia de mayor prevalencia de la falta.

El uso del cinturón posterior también es obligatorio en buses intra e interprovinciales. 

TESTIMONIOS

'El pasajero sí está acogiendo el pedido que use el cinturón’

René Almeida, conductor de un taxi amarillo del 2005, expresó su inquietud porque su vehículo solo tiene dos cinturones de seguridad en el asiento posterior. Según él, así lo compró nuevo, en un concesionario.

“En la matrícula dice que el carro es de cinco pasajeros, pero yo atrás solo tengo dos cinturones, no sé, pues, si por eso tenga que hacerle poner otro”, expresó el hombre.

Desde octubre, él puso un letrero en el cabezal de los asientos delanteros para que a la vista de quienes van atrás lean el requerimiento: “Por favor use el cinturón de seguridad”.

Almeida, quien suele hacer estación en las inmediaciones del mercado Caraguay, en el sur de Guayaquil, comentó que aquello ha tenido acogida entre los pasajeros.

Dijo que en un 90% ellos se ponen el cinturón y el porcentaje restante aún se muestra con cierta renuencia.

“A mí me parece muy bien que hagan los controles si es por seguridad del pasajero y del chofer también. Yo puse el anuncio para que ellos tomen conciencia”, señaló el taxista formal. 

‘Toca aprender a usar bien el cinturón y acostumbrarse’

Jorge López dijo estar de acuerdo con que se controle el uso del cinturón de seguridad en los asientos traseros de los vehículos. “Los carros siempre han venido con ese sistema de seguridad, pero no se lo ha usado por falta de control”.

Él refirió que los dueños de vehículos antiguos que por el año de su fabricación no incluyeron los dispositivos de seguridad tienen la opción de adaptarlos para la seguridad de los ocupantes.

“Hoy en día hay talleres que hacen esos trabajos y locales que venden los cinturones. Yo creo que es bueno buscar la seguridad de los pasajeros y de uno mismo, porque se han visto choques en que la gente de atrás se estrella con el de adelante por no ir con el cinturón puesto”, comentó López.

Él mencionó que le tocó aprender a ponerse el dispositivo porque por la falta de costumbre no estaba familiarizado con el mecanismo.

“Es medio complicado porque son fajas como enredadas que vienen, a uno le toca aprender nomás”, manifestó. 

‘Hay que tener flexibilidad para los casos extremos’

Desde hace tres meses, a raíz de que empezó la campaña informativa de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) sobre el uso del cinturón posterior, Omar Proaño pide a los integrantes de su familia ponerse el dispositivo apenas se suben.

“Yo digo que dentro del ámbito de la exigencia hay que considerar que hay quienes por alguna condición de discapacidad o enfermedad no pueden ponerse el cinturón, creo que eso deben tomar en cuenta también las autoridades para que no se cite en vano al chofer”, advirtió Proaño.

El conductor aseguró estar de acuerdo con que se haga cumplir la normativa que no es nueva en torno a la exigencia del uso del cinturón en el asiento posterior.

Sin embargo, opinó que de parte de los agentes civiles debería darse cierta flexibilidad para casos extremos en los que el pasajero no pueda cumplir con la ley.

“Todos queremos cumplir con la ley por el bien de todos, pero hay casos que, como digo, no se puede”, añadió.

57,9

DÓLARES

es la sanción que se aplica a conductores cuyos pasajeros no usen el cinturón. (I)