En la planta de ensamblaje de buses del fabricante BYD, ubicada en la ciudad de Hangzhou, en el este de China, la bandera de Guayaquil ha sido ya plasmada en la carrocería de 20 buses eléctricos.

La producción de las unidades que empezó en septiembre pasado está lista y este viernes será entregada en China al representante de Saucinc, la compañía que opera la línea 89 y que adquirió los buses.

Será una entrega especial en esta fábrica, porque Guayaquil es la primera ciudad del área andina y la segunda de sudamérica, después de Santiago de Chile, en incorporar una flota importante de buses eléctricos de BYD.

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Esta producción es el resultado de un proceso que arrancó hace dos años, cuando el operador -cuya ruta va de Sauces al centro- comenzó diálogos con el fabricante con la idea de ingresar esos buses a Guayaquil, que en promedio cuestan los 400 mil dólares.

Los buses eléctricos tienen la particularidad de operar usando 32 módulos de baterías hechas con hierro de fosfato, que reemplaza al combustible tradicional y suponen un ahorro y menor contaminación al ambiente.

Jorge Burbano, gerente de BYD en Ecuador, cuenta que con la ayuda del operador de la línea 89 primero elaboraron un bus prototipo con las especificaciones requeridas para el mercado guayaquileño.

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Así, por ejemplo, los buses de Guayaquil, a diferencia de los que fueron a Chile, están hechos con un piso más alto dada las condiciones de las calles.

La unidad modelo, que estuvo probándose meses atrás en Guayaquil, se produjo en Shenzhen, una ciudad cercana a Hong Kong, en el sur de China, donde llegó esta semana el representante de Saucinc para conocer la planta y la operación de la flota de buses de esta ciudad.

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En la fábrica de Shenzhen se producen al momento unos nueve prototipos de buses eléctricos para diferentes mercados del mundo, entre esos, articulados.

Shenzhen es una ciudad que ha dado pasos importantes en movilidad eléctrica. Se podría decir que es la ciudad que marca esta tendencia. Unos 16.000 buses que hay en esta urbe tecnológica son eléctricos y el 65% de taxis siguen ese patrón, según datos de BYD.

Por eso en las calles de Shenzhen que alberga 14 millones de habitantes ya no se ven buses ruidosos o lanzando la humareda por los tubos de escape.

Xiao Haiping, director del área relaciones públicas de BYD, dice que desde el 2014 en China se comenzó a hablar de electromovilidad como parte de una agenda de política pública. Y esto ha sido un factor que ha llevado a pasar a modelos eléctricos.

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El Estado en China ha dado incentivos para impulsar el uso de esta nueva tecnología y apuntar al recambio de unidades. En gran parte de la ciudad es factible ver electrolineras, que son los puntos de carga de las baterías con energía para buses y autos.

En Guayaquil diariamente recorrerán unos 240 kilómetros -en las 8 vueltas que da cada bus-, aunque la duración de la batería puede llegar a 300 km, explica José Silva, presidente de Saucinc, que días atrás obtuvo financiamiento de la Corporación Financiera Nacional (CFN).

Los buses albergarán 33 asientos, pero su capacidad será para 80 personas. Llegará con aire acondicionado y abrirá sus puertas sólo cuando esté completamente detenido. (I)