La frase ‘Guayaquil independiente’ se la pronunció con fuerza hace casi dos siglos y sigue vigente. Permanecen en la historia, en la mente y en los espacios de la ciudad también Olmedo, Letamendi, León de Febres Cordero, Villamil, Coronel, Antepara, Urdaneta y muchos otros próceres. Valentía y coraje marcaron la rebelión del 9 de Octubre de 1820, cuya ruta hoy la rememoramos.

Un patio de parqueo para el público que se paga por hora funciona en Malecón Simón Bolívar y Elizalde. Allí era la casa de José de Villamil donde a inicios de octubre hace 198 años se fraguó la rebelión del 9 de Octubre de 1820, que declaró la independencia de Guayaquil y que sería el ejemplo a seguir por otras ciudades ecuatorianas.

Hay otros lugares donde se planeó y ejecutó la gesta octubrina y hoy están ocupados por edificaciones icónicas. Los próceres están eternizados en nombres de calles. 

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La independencia motiva el progreso guayaquileño

El terreno delimitado por un cerco con pilares de tono celeste es ocupado por más de una treintena de vehículos, en plena avenida Malecón Simón Bolívar y Elizalde. Es el ambiente que se vive a inicios de octubre del 2018 en este sitio ubicado frente al malecón.

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El movimiento de autos que salen e ingresan pagando por el parqueo es continuo en aquel terreno donde estuvo la casa de José de Villamil, sitio en que se dio la Fragua de Vulcano.

Allí, el 1 de octubre de 1820, los anfitriones, a pretexto de un baile iniciaron la conspiración contra el y ugo español, por la libertad y progreso, reflejados ahora con el trajín citadino del Malecón Simón Bolívar, punto emblemático del desarrollo porteño y que al mes recibe 1,6 millones de visitantes.

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A pretexto de un baile, involucrados en la gesta libertaria se reunieron en casa de José de Villamil. Allí se dio la Fragua de Vulcano (octubre 1).

Una ciudad que en esa época era de unas 15.000 personas y hoy sigue creciendo con una población que se acerca a los 3 millones de habitantes.

Ante ese vertiginoso crecimiento y desarrollo, la ruta de la independencia hoy guarda sitios que se ubican en su mayoría en el centro, donde son testigos del intenso movimiento comercial, tejido en su mayoría por entidades bancarias y emprendimientos. Estos sitios guardan distinta arquitectura, sin embargo su historia está viva y revive con más fuerza con desfiles y actos de civismo en honor a esta tierra, que hoy cumple 198 de independencia. Es la Perla del Pacífico, puerto que generó el cambio de rumbo a la libertad de otras urbes.

Hoy se sigue destacando como la ciudad motor de la economía nacional.

A cinco días de la gesta, el 5 de octubre de 1820, los comprometidos con ella se reunieron en la casa (ya desaparecida) de José Joaquín de Olmedo. Ahora, los usuarios se desembarcan de buses de la Metrovía, otros salen de entidades bancarias ubicadas donde otrora se hallaba su casa, actual muestra pictórica del Banco Central, ubicada en P. Icaza entre Pedro Carbo y Panamá.

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“No sabía que la casa de un patriota tan importante estaba aquí”, comenta Marcos Páez, al transitar raudo por esta zona de alto movimiento peatonal.

Las reuniones de los patriotas siguieron pese a la vigilancia de la colonia. Fue así como el 8 de octubre el sacerdote español Francisco Queresajú, párroco de la iglesia San Francisco, a escasos metros de la casa de Olmedo, ahora las calles Pedro Carbo y 9 de Octubre, puso en alerta a las autoridades.

A las 05:00, dirigentes de la revolución anuncian la independencia y firman el acta en la Casa Consistorial (actual Municipio).

Aquel sitio abierto ahora se distingue por ser el punto de encuentro de citas religiosas y en su plaza, distinguida por el monumento a Vicente Rocafuerte y árboles que dan sombra a bancas ubicadas para peatones, sirve para plantones de distintas luchas ciudadanas.

Allí, la memoria se eterniza con monumentos a oficios de antaño como el fotógrafo.

En cuadras cercanas, siendo las 20:00 de ese día, los insurgentes tomaron por asalto el cuartel de la Brigada de Artillería, donde hoy funciona el edificio Martín Avilés (antiguo hotel Crillón) en Pichincha y Clemente Ballén, en la Plaza de la Administración, donde también comparte espacio con la Gobernación y el museo Nahim Isaías. Esa zona es peatonal y guarda el monumento de Antonio José de Sucre y de la Fragua de Vulcano.

El antiguo Crillón conserva una arquitectura modernista con ventanas de claraboyas y allí distintos funcionarios municipales administran entidades de ambiente, acción social y educación, y entes locales.

Mi abuela a sus 90 años hasta en silla de ruedas seguía yendo a los plantones en plena 9 de Octubre, en la Plaza San Francisco. Creo que seguimos haciendo patria tratando de sacar adelante a la gente de situación de pobreza”. Francisco García Garaycoa, descendiente de prócer

La historia continúa. A las diez de la noche del 8 de octubre, unidades patriotas se tomaron las instalaciones del cuartel Batallón de Granaderos de la reserva, que se ubicaba en el actual edificio Valra, sitio icónico donde funciona una oficina del alcalde Jaime Nebot.

El personero municipal dijo que el progreso radica en conservar lo hecho y mejorarlo. “Este es un 9 de octubre, que tiene 342 obras, en estado de licitación, de contratación, de inspección final o de inauguración, se entregan a la ciudad”, contó sobre obras como el puente Daule-Guayaquil, Aerovía y la troncal 4 del sistema de la Metrovía. Los cambios siguen en la urbe libertaria.

Ya para la madrugada del 9 de octubre, un día como hoy hace 198 años, tropas comandadas se tomaron la vivienda del cacique Benito García en su domicilio, donde hoy es la biblioteca municipal y en frente de la Plaza de Armas, que ahora es el parque Seminario, ícono del turismo local.

Aquel lugar es concurrido a diario por estudiantes universitarios y ciudadanos amantes de la historia y de los libros en un área de hoteles y la Catedral.

Insurgentes se toman el cuartel de Brigada Artillería, de Granaderos, el batallón Daule y el Fortín de la Planchada.

La cronología de estos hechos dados en plena madrugada siguen con la toma de cuarteles como el de caballería Daule (actual edificio Jarrín). Hoy esa zona resalta con el voceo de electrodomésticos en pleno corazón de la Bahía, la más comercial de la urbe.

Por un costado, el tráfico se vuelve intenso a lo largo de la avenida Malecón y en las aceras los comerciantes buscan ‘enganchar’ a los compradores. En este punto, las tropas llegaron comandadas por José de Antepara y tuvieron su única víctima, Joaquín Magallar.

Dos horas más tarde, siendo las 04:00, la acción pasaría hacia la zona actual de los bajos del cerro Santa Ana, aquel donde decenas de personas llegan a tomarse fotos tras culminar su paseo por el malecón.

Se trata del Fortín de la Planchada, desde donde se defendió a la ciudad en tiempos de la colonia. Allí, en 1820, la incursión patriota tomó posesión.

En paralelo, tropas tomaron el puesto militar ubicado sobre lo que hoy es la avenida Eloy Alfaro, vía que comunica el sur con el centro de la ciudad y donde funcionan las instalaciones de la Empresa Eléctrica.

Este es un 9 de octubre que también tiene 342 obras, en estado de licitación, de contratación, de inspección final o de inauguración, se entregan a la ciudad de Guayaquil. Hay un grupo que yo lo llamaría la consolidación del gran Guayaquil”. Jaime Nebot Saadi, alcalde de Guayaquil

La historia se sellaría en el centro. Se reúnen en la Casa Consistorial, en las actuales dependencias del Municipio, y firman el acta de independencia y forman el gobierno provincial.

Allí empezó la provincia de Guayaquil. Aquella que elegiría como primer líder a José Joaquín de Olmedo, que armaría un ejército que ayudó en las libertades de más ciudades. (I)