La reubicación de los templos de Abu Simbel, al sur de Egipto, se terminó el 22 de septiembre de 1968. Liderada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), esta operación buscaba evitar que se inundaran por la construcción de la represa de Asuan, sobre el rio Nilo.