“Mis compañeros me molestaban porque era gordo, se burlaban de mí, me insultaban, me hacían bromas pesadas... la pasé muy mal, llegué a tener pensamientos suicidas, mis padres buscaron una solución por parte del colegio, pero como no hubo apertura, entonces me cambiaron al Liceo, aquí todo fue diferente desde el inicio”, cuenta un poco nervioso Andrés Carrera, de II de bachillerato del Liceo Panamericano.

Él fue víctima de bullying durante toda la primaria en su anterior colegio, razón que llevó a sus padres a cambiarlo de institución, escogiendo el Liceo Panamericano.

Este colegio cuenta con un proyecto antibullying que se hace anualmente y en el que participan estudiantes desde segundo EGB hasta III de bachillerato.

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El bullying, sistemáticamente significa ocasionar de manera repetitiva daños físicos o psicológicos a una persona. El término, según la psicóloga Silvia Cuadrado, quien además es docente de la UEES, es mayormente asociado con acoso escolar, que incluye agresiones verbales, físicas, psicológicas y sociales, entre pares dentro del espacio de un centro educativo.

Según un estudio realizado por el Ministerio de Educación, en el 2015, con la participación de la Unicef y World Vision, que es una organización humanitaria dedicada a trabajar con los niños, las familias y las comunidades para reducir la pobreza y la injusticia, uno de cada cinco estudiantes a nivel nacional, de entre 11 y 18 años, son víctimas de acoso escolar.

No hay un estudio específico de la región Costa por lo que la referencia de este estudio significaría que de la población global del país, que es de 16,39 millones de habitantes, se registran casos de bullying en el 23 por ciento.

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Los liceístas somos antibullying es el nombre del proyecto del Liceo Panamericano que consiste en preparar unas carteleras con mensajes que muestren rechazo y den alguna solución para parar el acoso escolar.

Una de las carteleras ganadoras fue la de décimo, que mostraba una cadena hecha de papel que tenía en cada eslabón el nombre de los integrantes del curso, mensajes sobre el amor y el respeto, y un cuadro con chistes.

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Según sus autores, el primer elemento simboliza que la unión hace la fuerza y que el apoyo de todos sobre algún problema logra resolverlo, el segundo muestra el amor y el respeto como los ejes fundamentales para que una sociedad crezca fortalecida y unida; y el último simboliza de forma jocosa la frase popular: ‘Siempre hay una luz al final del túnel’.

Según Kelly Castelo, directora del DECE (Departamento de Consejería Estudiantil), psicóloga y consejera del bachillerato, el fin del proyecto es concienciar a los estudiantes sobre esta problemática y fomentar la formación de valores como la solidaridad y la ayuda al prójimo. Los ganadores de la sección primaria fueron los de cuarto EGB.

“Hace más de cinco años se denominó a una promoción de estudiantes, que son los que actualmente están en II de bachillerato, como la promoción antibullying y son ellos los principales voceros de proyectos como este, que se suman a muchos otros concursos propuestos por el DECE, que se realizan dentro del periodo lectivo como parte del programa de estudios”, explica Castelo.

Como el Liceo Panamericano, otros colegios tanto de Samborondón como de Guayaquil realizan actividades, campañas, proyectos y concursos por medio de los cuales involucran a los estudiantes en las posibles soluciones que contribuyen a resolver esta problemática de una forma dinámica, participativa y con la guía de un profesor.

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En el colegio Sek aplican el proyecto Mediación escolar en el aula, que consiste en exponer al diálogo a las dos partes: víctima y victimario, acompañados por un mediador con el fin de encontrar una solución con el aporte de todos.

Intervienen los protagonistas del conflicto y aquellos que han sido capacitados como mediadores, considerando los cursos de noveno EGB a I de bachillerato, así como miembros del DECE y docentes.

La capacitación se hizo por primera vez a inicios de junio con el apoyo de Nelsa Curvelo, de la fundación Ser Paz. Del grupo se escogieron a 20 estudiantes que harán las veces de mediadores y quienes recibirán una nueva capacitación el próximo lunes.

Azucena Dillon, coordinadora del DECE de este colegio, explica que en las capacitaciones los estudiantes se familiarizarán con el perfil que debe tener un mediador, que es aprender a escuchar con atención, no juzgar, mantener seriedad y formalidad en el proceso de mediación, ser empático, saber guiar a los involucrados en el conflicto para que ellos mismos encuentren una solución, entre otros.

“Esta capacitación me permitió darme cuenta de todo lo que hay alrededor de la solución de un conflicto, no juega solamente el deseo de querer solucionarlo, juegan factores que dependen de las posiciones de ambos involucrados, y es ahí donde la idea de mediación es la perfecta intervención”, dice Rafael Jaramillo, estudiante del Sek.

En tanto, en el colegio Delfos cada año se realizan actividades relacionadas con el acoso escolar que son lideradas por los alumnos que integran el Consejo Estudiantil y los docentes del DECE.

La más reciente fue la participación de alumnos de octavo EGB en el primer Congreso de Cultura de Paz, a inicios de junio, realizado por la Prefectura del Guayas, en la que los alumnos explicaron las consecuencias y formas de frenar este problema.

“El bullying afecta a todos, a las víctimas las mete en un mundo de depresión y a los victimarios los vuelve agresivos en la sociedad, debemos terminar con este círculo de agresión”, fue una de las reflexiones que Anthony Freile, estudiante de este colegio, compartió en el congreso.

Además, en el Delfos los docentes incluyen el trato de esta problemática dentro del plan académico. Por ejemplo, en Educación Física aplican un juego en el que los alumnos deben ir superando desafíos, uno de estos es realizar un video en contra del bullying. También hay talleres, dramatizaciones, charlas y más.

Para Jimmy Montenegro, profesor de Música de La Moderna, hablar del problema puede resultar difícil para los estudiantes, por lo que hacerlo a través de la música puede ser una opción efectiva. “El problema hay que verlo desde otra perspectiva, no es fácil para ellos comunicarlo y el arte puede ser un camino, por eso pensé en este concurso musical”, dice.

Explica que ‘Be a hero, your song makes the difference’ es un concurso dirigido a estudiantes de octavo EGB a II de bachillerato, quienes de forma voluntaria participan con una canción inédita en letra y ritmo en contra del bullying, ya sea mostrando su rechazo hacia el problema, o dando algún consejo para remediarlo o prevenirlo.

La canción debe ser en inglés y puede ser de cualquier género musical. La convocatoria estará abierta hasta mañana viernes, hay tres categorías: solista, dúo y banda; el concurso será en agosto.

“Quise participar porque sé lo que se siente no poder expresarlo y justamente busco dar ánimos y valor a que la persona agredida lo cuente. Con mi canción busco demostrar que uno no está solo, que necesitamos de los demás y que siempre hay alguien que nos puede ayudar”, dice Alejandra Sánchez, de I de bachillerato de La Moderna.

Alejandra cuenta que también fue víctima de acoso escolar hace un año, cuando de forma anónima recibía mensajes en su casillero con insultos y ofensas en su anterior colegio y, asimismo, como en el caso de Andrés, sus padres optaron por cambiarla de colegio.

Para la psicóloga Cuadrado, sacar a la víctima del entorno donde sufrió acoso es una opción valedera si la víctima ha somatizado la violencia y esto impide la realización de actividades en diferentes ámbitos. “Además se debe iniciar un proceso psicoterapéutico por la afectación psíquica que ha sufrido la víctima”, recomienda.

En el mencionado estudio del Ministerio de Educación se aplicó una encuesta a 5.511 estudiantes de octavo EGB a III de bachillerato, de planteles públicos y privados a nivel nacional, lo que determinó que la Amazonía es la de mayor incidencia en casos de acoso escolar, con un 27%; seguido de la Costa (Guayaquil específicamente), con 26% y Sierra con el 20%.

El sondeo también determinó que las formas más comunes de violencia entre estudiantes son insultos, apodos, rumores o revelación de secretos, sustracción de pertenencias, golpes y ciberacoso, en ese orden.

Ciberbullying

Otro tipo de violencia al que están expuestos los estudiantes es el acoso virtual, conocido como ciberbullying, que es el uso de medios de comunicación digital para acosar a una persona o grupo de personas, mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa entre otros medios.

En el colegio Delta, una de las áreas de la campaña “Artesanas de la Paz” está vinculada justamente a esta problemática.

Egda Orejuela, psicóloga del DECE de esta institución, explica que el programa tiene dos ejes: el primero es la educación de la afectividad, que tiene que ver con la enseñanza de valores, y el segundo es fomentar una disciplina positiva, que abarca el manejo y control de emociones, y resolución de conflictos.

“Dentro de este programa de estudios que se aplica durante todo el año con estudiantes desde segundo EGB hasta III de bachillerato, se les da apertura a las alumnas para gestionar proyectos positivos para el entorno, en los que ellas sean las protagonistas, porque de alguna manera no hay mejor vocero para un adolescente que otro adolescente”, dice.

Uno de estos proyectos es un video en el que participaron estudiantes de III de bachillerato sobre el ciberbullying y sus consecuencias, que fue subido a la cuenta de Instagram del colegio y tuvo un gran alcance de difusión con más de 500 mil reproducciones en diferentes plataformas digitales.

En el video las estudiantes se unen a una campaña de Movistar, de Argentina, que muestra cómo una niña está siendo grabada mientras llora y otros rayan en su frente palabras ofensivas.

Ésta se ve desde un celular que encabeza una línea de miles de teléfonos inteligentes que con un efecto dominó derriban uno al otro mientras se va retransmitiendo este episodio en cuestión de segundos. Al final, aparece un mensaje que dice: ‘Lo que compartes puede llegar más lejos de lo que piensas’.

De pronto una mano coge uno de los celulares que están cayendo en secuencia e interrumpe la difusión con un nuevo mensaje: ‘En tus manos está parar el ciberbullying’.

Las estudiantes hicieron eco de este video complementándolo con mensajes que descalifican el acoso cibernético y a la acción que toman otros de compartir este tipo de videos. “Todos formamos parte de una cadena, ya sea como agresor, como víctima o como espectador, entonces todos somos parte de la solución y tenemos que contribuir en algo para detenerlo. Con el video queremos invitarlos a reflexionar”, dice Manuela Gómez, estudiante.

Soluciones

Dentro del ámbito escolar la psicóloga Cuadrado recomienda que los docentes sean muy observadores ante las conductas de violencia que pueden presentar ciertos estudiantes, así como aquellos que muestren signos de intimidación o introversión, ya que pudiera tratarse de víctimas de bullying.

“Algunos indicadores que pueden mostrar las posibles víctimas de bullying son bajas calificaciones, negación de asistir a la escuela, aparentes enfermedades constantes. Y para los agresores, que muestre actitudes agresivas, ser impulsivo, baja tolerancia a la frustración, desplantes con las autoridades, dificultad en la comunicación...”, detalla.

De identificarse alguna situación de acoso en un colegio recomienda que se genere un diálogo tanto con la víctima como el agresor, involucrando a los padres.

“De alguna manera al hablar del agresor también estamos hablando de una víctima de violencia en algún contexto de su vida, mayormente el familiar, por lo que es fundamental involucrar a los padres”, dice la psicóloga Cuadrado.

Ante esto Castelo recomienda el acompañamiento afectivo de los padres, que estén pendientes del uso correcto que hagan sus hijos de las redes sociales, involucrarse y conocer las amistades que tiene su hijo y tener más comunicación en casa.

En estos centros educativos se realizan charlas tanto con los estudiantes como con los padres.

Estudiantes también aportan con soluciones que desde su punto de vista podrían contribuir a que no se den más casos de acoso escolar a futuro como colocar cámaras en las aulas, evitar las burlas y bromas pesadas dentro del salón de clase, reforzar la importancia de los valores, evitar el individualismo de grupos, mantener un nexo cercano con los tutores, entre otras.

“Cuando uno es víctima de bullying caemos en depresión y nos aislamos, pero si tenemos verdaderos amigos deberían ellos acudir donde las autoridades y decir lo que le están haciendo a su amigo. Entonces una campaña de ‘Si quieres a tu amigo no dejes que le hagan bullying, sería bueno porque nadie se sentiría indefenso”, recomienda María José Avilés, de Delfos.

La Ley Orgánica de Educación Intercultural es el principal marco legal en lo referente a la violencia escolar, incluyendo el acoso escolar. Esta ley consagra como principios de la educación el respeto a los derechos, basado en la solidaridad, la tolerancia y el respeto a las diversidades; define a los establecimientos educativos como espacios de promoción de una cultura de paz y no violencia.

El tratamiento de los casos de acoso escolar se especifica en la Normativa sobre Solución de Conflictos en las Instituciones Educativas, texto que insta a docentes y autoridades a brindar especial atención a las medidas necesarias para la protección integral de los alumnos.

Como parte de las soluciones el Ministerio de Educación ha reforzado el departamento del DECE, que es el llamado a reportar y resolver un caso de acoso escolar que pudiera identificarse en el plantel. Además fomenta la realización de proyectos antibullying. (F)

Se debería reforzar la enseñanza de valores en los colegios, fomentar que haya compañerismo y respeto dentro del aula, eso genera un ambiente escolar bueno y positivo”.Isabella Almeida, Estudiante del Liceo Panamericano