Estar inspirado es estar lleno de una conciencia espiritual. La inspiración me motiva a hacer lo que debo hacer. Soy inspirado de maneras diferentes. La música puede evocar sentimientos profundos. Las palabras que oigo o leo pueden alentarme a la acción.

Puede que sea inspirado por un verso bíblico o por una poesía. A menudo, me conmueven las acciones de los demás: su valor, sus triunfos, su habilidad de enfrentar y vencer obstáculos, su voluntad de aceptar y lograr un objetivo.

Pienso: “¡Si ellos pueden hacerlo, yo también puedo!”. Tomo tiempo para descubrir y experimentar lo que me inspira. Utilizo esa inspiración para marcar una pauta positiva en mi vida con la esperanza de bendecir las vidas de los demás.

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Proverbios 16:9 (F)