Caminar por la calle Vernaza es como hacerlo bajo un gran arco verde. Árboles medianos frondosos van sucediéndose entre las zonas destinadas como parqueaderos. Hay suficiente sombra como para caminar sin que los rayos del sol molesten en un mediodía. Ese panorama se extiende por seis cuadras, entre Tungurahua y av. del Ejército.











