“Hay chicos que buscan molestar. ¡Oe, loco!, y ¡pas!, le dan el manotón en la cabeza a cualquier muchacho, en plan de broma. Parece algo pequeño. Pero empieza a repetirse. Y si no se detiene habrá problemas mayores”, advirtió Alan Porozo, estudiante de tercer año de la Unidad Educativa Réplica Guayaquil.

Este jueves, en ese plantel, en el sector del Trinipuerto, se inauguró la campaña “Más conciencia menos violencia”, para bajar los casos de bullying en las instituciones de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).

El ministro de Educación, Fander Falconí, expresó que se creará un equipo antiviolencia conformado por autoridades de cada plantel, sus profesores, personal del Departamento de Consejería Estudiantil (DECE), alumnos y padres.

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Ellos tendrán un check list para alertar y receptar denuncias de acoso escolar de manera diaria y se tomarán medidas ante eso cada dos semanas, explicó Margarita Peralta, analista zonal del DECE.

Falconí alertó, según un estudio en conjunto con Unicef y otros grupos, que 1 de cada 5 estudiantes ha recibido “una burla, el insulto, el chistecito malsano, que marca a la persona, no se supera inmediatamente. Y 6 de cada 10 estudiantes han sido víctimas de violencia en nuestro país”.

Peralta mencionó que se reportan al menos 175 casos de acoso escolar desde el 2017 a mayo del 2018, en la Zona 8.

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Jonathan Arboleda, estudiante de tercero de bachillerato de ese plantel, dijo que hacer una broma es normal, entre amigos, pero no con gente que no se tiene confianza y busca hacer daño, eso es acoso.

Falconí ayer insistió en que todos los involucrados en el equipo antiviolencia preparen su conciencia, que se enfoquen en el amor, y dejar de lado las burlas o maltratos.

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“Queremos apelar al corazón, demos mensajes positivos que nos sirvan para la vida, para soñar”, sugirió.

Para Noemí Vera, de segundo de bachillerato, el bullying es discriminación, lo dijo por lo que ve en aulas, y cree que el respeto es la solución.

Juana Rodríguez, presidenta del comité de padres de ese colegio, expresó que muchos jóvenes con esto van a reflexionar para llegar a la paz. Ella cree que el problema es la pérdida de valores desde los hogares.

“Aquí estudiaron mis hijos y ahora mis nietos. Hemos visto bastantes madres violentas, son groseras y queremos que tomen conciencia, los niños actúan como sus padres”, añadió.

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Autoridades dijeron que la campaña se va a replicar en otras ciudades del país, para crear conciencia en los chicos de que no es correcto molestar ni herir los sentimientos. (I)

Naturalizamos la violencia. Muchos padres tenemos antivalores, también hay responsabilidad de los profesores de transmitir buenos valores, y nuestros estudiantes deben evitar la burla.Fander Falconí, ministro de Educación