Rodearse de gente positiva, despertar al león que se lleva adentro –que permite obtener logros que causan asombro– y tener el coraje de dejar el confort para que se abran las puertas de las oportunidades han sido tres de las claves que han marcado la vida de Carla Pérez, la primera mujer ecuatoriana que escaló el Everest, la montaña más alta del mundo.