El ministro de Agricultura y Ganadería, Rubén Flores, salió al paso ayer ante los reclamos de los productores arroceros que cerraron tres vías del Guayas, el martes pasado. Señaló que el problema del sector fue heredado de la gestión de los últimos diez años.

Flores sostuvo que en la administración anterior se incentivó la producción de esta gramínea, pero nunca hubo una planificación para exportar. “En cuatro meses de gestión hemos dado señales claras de aperturas a la exportación, algo que en la última década ha estado cerrado”, declaró.

Flores afirmó que se ha solucionado una deuda de parte de la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) en favor de los productores, por la compra de quinua, y cuyo valor es un aproximado de $ 1’000.000.

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Pero no concordó en que los productores pidan el pago de unos $ 15 millones por unas 15 mil toneladas de arroz que fueron enviadas a Cuba.

Refirió que por esa entrega la UNA no recibió dinero. “Fue un intercambio de arroz por médicos que llegaron al Ecuador, se compensó, pero nadie le pagó a la UNA. Fue un convenio entre cancillerías. En el Ministerio no existe un documento para pagar esa deuda, pero aun así estamos trabajando para encontrar una solución a este inconveniente”, añadió el ministro.

Pidió no politizar el tema de las posibles soluciones al problema del arroz, porque podría haber un efecto contrario.

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En este contexto, calificó de “sensible” la situación de este producto y dijo que es imposible “dejar de ver que quienes se toman las carreteras a nombre de los pequeños productores, que son los que tienen de una a diez hectáreas, tengan un tractor Ferguson de 850 caballos de fuerza o un camión de nueve toneladas”, cuestionó.

“Esos no son nuestros pequeños productores, ahí hay otros actores”, dijo Flores, e indicó que con los arroceros hay una hoja de ruta que la cumplirán. Descartó una posible reunión este día con los arroceros. (I)