En algunos sectores de la ciudad la gente salió despavorida de sus casas y de edificios hacia la calle, en busca de un espacio abierto. Al menos un hospital, institutos tecnológicos y universidades activaron sus protocolos de evacuación por el remezón que se registró la noche del lunes, a las 21:04.

Inicialmente, a través de su cuenta en Twitter, el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional reportó que el movimiento telúrico tuvo una magnitud de 5,4 con epicentro en Guayaquil y una profundidad de 30,24 kilómetros.

Pero después, en un reporte publicado en su página web, informó que la magnitud del evento fue de 5,0 a una profundidad de 65,1 kilómetros y que el epicentro se localizó entre el norte del puerto principal y el sur del cantón Nobol.

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El sacudón vino acompañado de un bramido que fue percibido por varias personas.

La Secretaría de Gestión de Riesgos informó que no se registraron víctimas ni daños mayores, solo en la iglesia La Merced, en el centro, se desprendió parte de la cornisa. Ayer, en la madrugada, hubo otro sismo.

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Sandro Vaca, sismólogo del Instituto Geofísico, explicó que el movimiento telúrico se originó en el interior de la placa oceánica de Nazca, en su proceso de introducirse debajo del continente (subducción).

“La placa como tal acumula esfuerzos (energía elástica) en el interior. Entonces, en un momento dado estos esfuerzos sobrepasan la resistencia de la roca y hay una ruptura, una falla de esta placa. Al producirse eso es cuando se da o se tiene un sismo como tal”, indicó.

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Vaca refirió que el sismo que se registró el 17 de noviembre tuvo un origen similar. Sin embargo, enfatizó, no puede afirmarse que el temblor del lunes sea una réplica de aquel.

En cambio, Marcelo Moncayo, profesor de ingeniería sísmica de la Universidad de Guayaquil, consideró que el evento del lunes sí sería una réplica del primer sismo citado, porque ocurrió en una zona cercana y fue de menor magnitud.

Basado en información del Servicio Geológico Norteamericano (le dio una magnitud de 5,0 y profundidad de 70 km al sismo del lunes), Moncayo, con un masterado en Sismología en Japón, sostuvo que ese movimiento fue provocado por un sistema de fallas geológicas que tiene la ciudad tanto en la zona norte como en la sur.

Los últimos sismos, recalcó, muestran que esas fallas se han activado, lo que supone una amenaza sísmica. En 1982 las fallas del sur provocaron un sismo de magnitud 6,1. Igual ocurrió en 1943, con las fallas del norte. “Sí amerita que nosotros estemos alerta”, dijo. (I)

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