Las comunidades costeras del noreste de Estados Unidos podrían enfrentar cada año lo que hasta ahora sucedía una vez por siglo.
Un nuevo estudio publicado el 7 de noviembre en la revista Earth’s Future advierte que las inundaciones extremas, provocadas por huracanes, se volverán mucho más frecuentes hacia finales de este siglo. Además, las llamadas “inundaciones de 500 años” podrían ocurrir cada 1 a 60 años bajo un escenario moderado de emisiones de carbono, o cada 1 a 20 años si las emisiones son más altas.
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Amirhosein Begmohammadi, ingeniero civil que lideró la investigación durante su trabajo posdoctoral en la Universidad de Princeton, reseñado por Live Science, resume el panorama con claridad: el riesgo de inundaciones va a aumentar tremendamente.
Aumentarán las inundaciones extremas en Estados Unidos
Para llegar a estas proyecciones, los investigadores desarrollaron un modelo computacional que genera tormentas sintéticas y considera el aumento del nivel del mar junto con los cambios en el comportamiento de los huracanes, que se espera sean más frecuentes e intensos.
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El modelo también toma en cuenta el ángulo en que las tormentas golpean la costa, ya que la mayoría de los huracanes en el noreste se mueven paralelos a ella, pero algunos como Sandy en 2012 impactan de frente y causan daños mucho mayores.
En zonas más al norte como Connecticut y Nueva York, el aumento del nivel del mar será el factor principal del riesgo de inundación, mientras que en lugares como Nueva Jersey y Virginia tanto el nivel del mar como los cambios en las tormentas contribuirán de forma significativa.
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Jeff Ollerhead, geomorfólogo costero de la Universidad Mount Allison en Canadá que no participó en el estudio, señala que la mayor incertidumbre no viene de la ciencia sino de las decisiones políticas sobre emisiones.
Para las zonas más al norte, el impacto del aumento del nivel del mar será tan grande que casi no importará si las tormentas se vuelven más poderosas, porque incluso las más pequeñas podrán causar inundaciones graves.
Ollerhead usa el huracán Fiona, que golpeó el Atlántico canadiense en 2022 con marejadas de casi dos metros, como ejemplo. Si el nivel del mar sube un metro en los próximos 50 años, una tormenta con la mitad de esa potencia podría causar el mismo daño.
Begmohammadi advierte que quienes diseñan infraestructura resiliente aún usan los eventos de 100 años como referencia, pero un evento de 100 años ahora no será igual que uno en el futuro.
(I)