La Marina estadounidense determinó que necesita 216 aviones de entrenamiento para reemplazar los T-45 Goshawk dentro del Sistema de Entrenamiento de Reactores de Pregrado (UJTS).

El requerimiento quedó plasmado en la más reciente Solicitud de Información (RFI), publicada el 15 de diciembre de 2025, donde se detallan tanto la magnitud del programa como las capacidades mínimas que deberán cumplir las nuevas aeronaves.

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De acuerdo a Galaxia Militar, esta sexta RFI resalta que el UJTS tiene dos metas básicas: alcanzar rápidamente la Capacidad Operacional Inicial y garantizar un alto nivel de formación para los futuros pilotos navales; sin embargo, los avances han sufrido retrasos por el reciente cierre de gobierno, obligando a modificar el calendario del programa y posponer hitos clave del proceso de adquisición.

En este sentido, la Solicitud de Propuestas (RFP) no será emitida en diciembre de 2025, ahora se espera para finales de febrero de 2026, con una posible versión preliminar en enero. En paralelo, la adjudicación del contrato fue aplazada hasta el segundo trimestre del año fiscal 2027. La RFP se enfocará en la fase de Ingeniería, Fabricación y Desarrollo (EMD), además del primer lote de Producción Inicial de Baja Tasa (LRIP) y una cantidad limitada de sistemas de entrenamiento en tierra, detalla Aviation Week.

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La Marina estadounidense quiere reemplazar sus T-45 Goshawk | Foto: Cortesía X @AviationWeek

Un cambio importante en el entrenamiento de aterrizajes de portaaviones

Esta es la primera vez en la que la Marina especifica el tamaño total de la flota: unas 216 aeronaves, producidas inicialmente en lotes LRIP escalonados antes de lograr un ritmo estable de 25 aviones por año. La RFI también sugiere una entrada en servicio acelerada, al exigir que cada aeronave pueda volar cerca de 35 horas mensuales poco antes y después de su entrega inicial.

En el contexto doctrinal, el programa introduce un cambio importante en el entrenamiento de aterrizajes en portaaviones. Los futuros pilotos solamente practicarán la aproximación del FCLP sin tener contacto con la pista, se apoyarán más en la automatización y en la simulación terrestre avanzada, una decisión respaldada por mejoras tecnológicas para acelerar el desarrollo del nuevo avión y evitar modificaciones estructurales complejas.

Sobre el rendimiento, la Marina pide un entrenador avanzado que sea capaz de alcanzar al menos Mach 0,9 o entre 450 y 500 nudos (KIAS), sostener más de 20 grados de ángulo de ataque, soportar 6 G, operar hasta 41.000 pies y lograr una elevada tasa de viraje. Asimismo, la aeronave deberá integrar el Modo de Aterrizaje de Precisión (PLM) y admitir cargas de entrenamiento externas, consolidando un sistema hecho para preparar pilotos en condiciones cada vez más cercanas a las de los cazas de primera fila.

(I)

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