“Como primera mujer en pilotar el transbordador espacial, trabajé muy duro porque no quería que la gente dijera: ‘Mira, la mujer ha cometido un error’. Porque no se trataba solo de mí, sino de las mujeres que vendrían después”.
Así… decidida, valiente y orgullosa de su impronta es Eileen Collins. Una pionera en un mundo que estaba reservado para hombres: el de la conquista espacial.
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En esa delicada área, la inteligente mujer brilló sin descuidar sus tareas como madre de dos niños de corta edad.
Collins, nacida en Nueva York, pasó a la historia por ser la “primera mujer en pilotar y comandar una nave espacial”.
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El mundo entero, de acuerdo con BBC, podrá verla y reconocer sus logros gracias a la difusión de un largometraje documental que le hará el homenaje debido: “Spacewoman”.
Comandante y madre
En su afán de dejar bien, no solo su nombre, sino el camino que abría a las mujeres que vieran en ella un ejemplo, un motivo de inspiración, Collins se esforzó más.
“Quería que las mujeres piloto tuvieran una reputación que dijera: ‘Oye, son realmente buenas”, comenta a BBC.
La piloto, por su desempeño, pronto fue ascendida a comandante.
Collins comparte, con el medio británico, que ser madre y comandante eran “los dos mejores trabajos del mundo”.
En este punto se muestra más cercana y con humor destaca: “Pero te diré que es más difícil ser madre que comandante de un transbordador espacial”.
Collins se sincera: “La mejor formación que he recibido para ser comandante ha sido ser madre, porque tienes que aprender a decir que no a la gente”.
Sueño desde niña
Hace treinta años, “los ojos del mundo estaban puestos en ella cuando se lanzó su primera misión”.
Cumplía el sueño que tuvo de niña: se visualizaba frente a los mandos de una nave espacial.
Para llegar al espacio dio el paso de alistarse en el ejército y estudiar con afán para ser piloto de pruebas.
BBC resalta que Collins entró a la Fuerza Aérea, por su talento brillo y la seleccionaron para unirse al programa de astronautas.
Su sueño se hizo tangible: “Iba a pilotar transbordadores espaciales, los “aviones espaciales” reutilizables de la NASA”.
Sabe que con la difusión del audiovisual más niñas y jóvenes puedan verse reflejadas en su historia y para acercarse al mundo de la NASA les aconseja: “Hagan los deberes, escuchen a su profesor, presten atención en clase y lean libros, y eso les dará algo en lo que concentrarse”.
El historial de Collins impresiona:
- Voló el transbordador espacial como piloto en 1995 a bordo del Discovery.
- Fue la piloto del Atlantis en 1997, donde su tripulación se acopló a la estación espacial rusa Mir.
- Se convirtió en la primera mujer comandante de una nave espacial estadounidense con la misión del transbordador Columbia en 1999, que desplegó el Observatorio de Rayos X Chandra.
- Su último vuelo espacial fue como comandante del Discovery en 2005, reseña su sitio web.
Líder valiente
Cuando Collins recibió la misión de tomar en 2005, los controles de un transbordador, había pasado la tragedia del Challenger.
En 1986, esa nave espacial sufrió un fallo catastrófico segundos después de su lanzamiento, matando a los siete miembros de la tripulación a bordo.
En esa explosión, inolvidable, murió Christa McAuliffe, la primera maestra en viajar al espacio.
Luego, en 2003, “el transbordador Columbia se desintegró en los cielos de Texas al final de su misión, matando también a sus siete tripulantes”.
En BBC señalan que “un trozo de espuma aislante del tanque de combustible del Columbia se desprendió durante el lanzamiento, dañando el escudo térmico con resultados devastadores”.
Se acercaba la misión de Collins. Despegó en 2005 y la pesadilla volvió: “un trozo de espuma se desprendió durante el lanzamiento”.
La NASA había tomado correctivos, tenía un plan para monitorear los daños, pero se necesitaba ejecutar una decisiva maniobra.
Describe BBC: Collins tuvo que pilotar el transbordador realizando un giro de 360 grados mientras volaba por debajo de la Estación Espacial Internacional. Esto permitió a sus colegas del laboratorio orbital fotografiar la parte inferior de la nave y comprobar si el escudo térmico había sufrido alguna avería.
La astronauta conocía los riesgos y también su firmeza. ‘Parece que podemos hacerlo", dijo al comando de la NASA en la Tierra.
Y lo hizo: “Collins pilotó la nave realizando una lenta y elegante voltereta.
Con la parte inferior del transbordador ahora visible, el daño se detectó rápidamente y se llevó a cabo una caminata espacial para repararlo”.
La misión del Discovery culminó con éxito. Todos a salvo. Ese fue el último vuelo de la mujer que conquistó el espacio.
El transbordador Discovery fue lanzado y ya está en órbita
Con los antecedentes del Challenger y el Columbia todos miraban a Collins. No se amilanó. “Creo que abandonar la misión habría sido lo contrario de valiente... y yo quería ser una líder valiente. Quería ser una líder segura de sí misma. Quería infundir esa confianza en los demás”.
Esta es la historia de una astronauta y madre valiente. Ella es Eileen Collins, la “Spacewoman”. (I)