Estados Unidos puso a prueba lo que se puede convertir en las alas de avión más largas y delgadas del mundo, un avance que promete disminuir la resistencia aerodinámica y ahorrar combustible. Estos ensayos son liderados por la NASA y por Boeing, para lograr vuelos más suaves y eficientes, al apostar por un diseño que puede transformar la aviación comercial, en caso de superar los desafíos técnicos.
El atractivo detrás de estas alas es su elevada relación de aspecto, pues al ser más largas y estilizadas producen una sustentación más eficiente y disminuye la resistencia al aire, en pocas palabras hay un menor consumo de combustible y, potencialmente, una reducción de emisiones. No obstante, este beneficio trae consigo un aumento en la flexibilidad estructural del ala durante el vuelo, reseña Interesting Engineering.
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Dicha flexibilidad introduce riesgos importantes: expertos de la NASA aseguran que las alas largas y delgadas pueden experimentar movimientos más pronunciados ante las ráfagas de viento o maniobras, lo que incrementa la probabilidad de fenómenos aeroelásticos, como el aleteo. Sin un diseño e ingeniería adecuados, las oscilaciones pueden amplificarse rápidamente y comprometer la seguridad de la aeronave.
El desafío que traen consigo las alas más largas y delgadas
Ante este desafío, la NASA y Boeing trabajan en comprender y controlar las llamadas inestabilidades aeroelásticas. Las pruebas procuran caracterizar cómo reaccionan estas alas ante distintas cargas, con el fin de suprimir el aleteo, reducir las tensiones estructurales y suavizar el impacto de las turbulencias, optimizando de esa manera el rendimiento general del avión y la comodidad de los pasajeros, detalla un comunicado de la agencia aeroespacial.
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Como no es posible ensayar un avión comercial completo en un túnel de viento, los científicos usan instalaciones especializadas como el Túnel de Dinámica Transónica de Langley. Allí se pusieron a prueba maquetas a gran escala, incluyendo un modelo de ala de unos cuatro metros, diseñado para reproducir con alta fidelidad el comportamiento de una aeronave real.
Este nuevo modelo representa un avance importante con respecto a proyectos anteriores, como el programa SUGAR: cuenta con un mayor número de superficies de control activas, lo que permite experimentar con configuraciones más complejas.
(I)
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