Una investigación hecha recientemente en la que participaron más de 88.000 adultos demostró que las luces más brillantes, además de ser una molestia, guardan relación con un drástico aumento de varios tipos de enfermedades cardíacas.
Daniel Windred, de la Universidad de Flinders lideró la investigación junto a un grupo de colegas, con quienes recompiló cerca de 13 millones de horas de datos de sensores de muñeca y luego revisaron historiales médicos durante casi una década, reseña el portal Earth.
Publicidad
Entre los hallazgos, los científicos detectaron que hubo un aumento del 23 al 56% en la enfermedad coronaria, los ataques cardíacos, la insuficiencia cardíaca, la fibrilación auricular y los accidentes cerebrovasculares entre las personas cuyas habitaciones solían estar iluminadas después de la medianoche.
La luz nocturna desorienta al reloj biológico
La luz puede controlar los ritmos circadianos del cuerpo, estos son ciclos de casi 24 horas que organizan la liberación de hormonas, la presión arterial y el metabolismo.
Publicidad
Aunque en la actualidad tanto los entornos interiores como los exteriores están iluminados por luz artificial brillante durante el día y la noche, cuando alguien se expone a este tipo de luz durante la noche, la alternancia del ciclo día-noche se verá afectado, produciendo problemas de coordinación del reloj biológico, señala la Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El reloj interno puede verse atrasado por varias horas incluso por una breve exposición a una lámpara de techo por la noche, de modo que el corazón funcionará de esa misma forma con respecto al cuerpo.
Esto ocurre porque la hormona melatonina -que normalmente aumenta después del anochecer y se encarga de indicarle a los vasos sanguíneos que se relajen para reducir la presión arterial nocturna-, se reduce a la mitad con la luminosidad habitual de interiores, de aproximadamente 100 lux, esto hace que los vasos sanguíneos se contraigan durante el resto de la noche.
Luces en el dormitorio y problemas con el corazón
Los investigadores pidieron a los voluntarios usar un fotómetro durante una semana entre 2013 y 2016. El dispositivo contaba cada fotón de cada elemento, ya fuera una lámpara de noche, la pantalla del teléfono o un vehículo que pasaba.
Quienes formaron parte del décimo grupo con mayor iluminación de la muestra solo requirieron cerca de una hora de iluminación superior entre la medianoche y las 6:00 am para calificar en esa categoría.
Durante el seguimiento de ocho años aparecieron sus problemas cardiovasculares, independientemente de la edad, del tabaquismo, la genética o la duración del sueño.
(I)