Durante la noche, existe la probabilidad de que empiecen a aparecer pensamientos negativos mientras se está despierto y viendo el techo, entonces es cuando pueden aparecer los deseos de caer en tentaciones como fumar un cigarrillo o comer algo rico en carbohidratos.

De acuerdo a Science Alert, hay una gran cantidad de evidencias que sugieren que la mente humana funciona de una forma distinta cuando una persona está despierta por la noche, y es que, pasada la medianoche, las emociones negativas pueden atraer más la atención que las positivas, asimismo, las ideas peligrosas se hacen más atractivas y las inhibiciones se desvanecen.

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Existen investigadores que tienen la teoría de que el ritmo circadiano humano está involucrado en estos cambios críticos en la función.

Un artículo hecho en 2022 y llamado “Mente después de la medianoche” señala que el cuerpo y la mente humanos mantienen un ciclo natural de actividad de 24 horas que influye tanto en las emociones como en el comportamiento.

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Esto quiere decir que hay horas en las que se siente y se actúa de ciertas maneras. En el día, los niveles moleculares y la actividad cerebral se sincronizan con la vigilia, mientras que en la noche, el comportamiento habitual se ve afectado por la vigilia.

Los científicos consideran que los estímulos negativos se recrudecen inusualmente por la noche y aunque en el pasado podía ayudar a reaccionar a amenazas invisibles, esta hiperconcentración en lo negativo puede producir un sistema de recompensa/motivación alterado y hacer que la persona sea particularmente propensa a comportamientos de riesgo.

Asimismo, cuando se suma la falta de sueño, este estado de conciencia puede volverse más problemático.

La neuróloga Elizabeth Klerman, de la Universidad de Harvard, señaló en 2022 tras la publicación del estudio: “Hay millones de personas que se despiertan en mitad de la noche, y hay pruebas bastante sólidas de que su cerebro no funciona tan bien como durante el día”.

La falta de sueño puede tener consecuencias físicas y mentales. Foto: Shutterstock

El cerebro tiene su lado oscuro por las noches

Los autores del estudio se valen de dos ejemplos para ilustrar su argumento:

  1. Un consumidor de heroína que controla exitosamente sus impulsos de retomar su adicción durante el día, pero sucumbe a ellos por la noche.
  2. Un estudiante universitario que lucha contra el insomnio, empieza a sentirse desesperanzado, solo y desesperado a medida que se acumulan las noches sin dormir bien.

Los dos escenarios pueden terminar muy mal, y es que el suicidio y las autolesiones también son bastantes comunes por la noche. De hecho, hay algunas investigaciones que indican un riesgo tres veces mayor de suicidio entre la medianoche y las 6:00 am en comparación con otro momento del día.

En 2020 un estudio encontró que la vigilia nocturna es un factor de riesgo de suicidio, y es probable que se deba a un desajuste de los ritmos circadianos.

“El suicidio, antes inconcebible, surge como una vía de escape a la soledad y el dolor, y antes de considerar los costos del suicidio, el estudiante ha adquirido los medios y está preparado para actuar en un momento en que nadie está despierto para detenerlo”, detallan los autores de la hipótesis “Mente Después de la Medianoche”.

(I)

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