La tristeza o la infelicidad no siempre grita. Muchas veces se camufla en comentarios que suenan normales, pero que se repiten sin darse cuenta.
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Reconocer patrones verbales puede, en principio, hacer la diferencia entre mantenerse atrapado en la infelicidad o dar el primer paso hacia el cambio.
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La tristeza o la infelicidad no siempre grita. Muchas veces se camufla en comentarios que suenan normales, pero que se repiten sin darse cuenta.
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