Entre las señales que emite el cuerpo, el ritmo cardíaco es una de las que, aunque es de las más simples, da mucha información sobre la salud; sin embargo, puede cambiar con la actividad, el estrés e incluso, el nivel de hidratación.

De acuerdo a Earth, hasta hace poco, el control de la frecuencia cardíaca implicaba el uso de dispositivos especiales, tales como monitores de hospital o relojes inteligentes.

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Los científicos de la Universidad de California, Santa Cruz, encontraron que un equipo tan sencillo como el Wi-Fi puede medir este signo vital con una gran precisión.

La frecuencia cardíaca puede medirse con el Wi-Fi

El nuevo sistema en cuestión se llama Pulse-Fi, se encarga de convertir las señales inalámbricas comunes en monitores de salud.

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De acuerdo al estudio, que fue publicado IEEE Xplore, esta metodología promete un futuro en el que quienes necesiten controlar su salud cardíaca, podrán hacerlo sin tener que recurrir a dispositivos especiales, pues solamente será necesario usar un Wi-Fi en el hogar.

Los dispositivos electrónicos usables también pueden medir la frecuencia cardiaca. Foto: Shutterstock

¿Cómo funciona el sistema Pulse-Fi?

Los científicos combinaron en su método los transmisores y receptores del Wi-Fi con algoritmos de aprendizaje automático.

Las ondas Wi-Fi se mueven por el espacio, rebotan y se doblan para rodear los objetos, al momento en el que esas ondas entran en contacto con el cuerpo humano, se generan pequeñas variaciones en la señal.

Entonces, los algoritmos de Pulse-Fi evalúan esas leves perturbaciones para identificar el ritmo cardíaco, filtrando movimientos que no estén relacionados o el ruido ambiental.

Resultados sorprendentes

En la investigación participaron 118 voluntarios. Solamente bastaron cinco segundos de análisis para obtener resultados increíbles.

Pulse-Fi midió la frecuencia cardíaca con un margen de error de solo medio latido por minuto. Un monitoreo más prolongado incrementó la precisión.

Los científicos le hicieron pruebas a personas en distintas posiciones corporales: sentadas, de pie, acostadas e incluso caminando y en todas ellas, el sistema fue fiable, ya que puede adaptarse.

En las pruebas fueron usados componentes de bajo costo, como los chips ESP32, que cuestan menos de 10 dólares y tuvieron un buen rendimiento. También se utilizaron dispositivos Rapsberry Pi, que, aunque son más caros, tuvieron resultados más favorables. El hardware Wi-Fi de calidad comercial puede optimizar el rendimiento.

(I)

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