Pasaron años bajo el agua, operando en submarinos nucleares. Ahora veteranos de la marina de Estados Unidos trabajan en tierra firme, pero el núcleo de su trabajo sigue siendo básicamente el mismo, controlar reacciones atómicas con precisión milimétrica.

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El Reactor de Isótopos de Alto Flujo (HFIR) del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, en Tennessee, acaba de alcanzar un hito particular. Todo su equipo de operadores proviene del Programa de Propulsión Nuclear de la Marina estadounidense. Es la primera vez que ocurre, recoge Interesting Engineering.

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Todos los miembros del programa de Propulsión Nuclear de la Marina estadounidense. Foto: Instagram @usnavyeuropeafrica

Veteranos de la marina operan reactores nucleares

El HFIR no es un reactor cualquiera. Está entre las fuentes de neutrones más potentes del mundo y es necesario para producir isótopos que se usan en medicina, industria e incluso misiones espaciales.

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Para llegar ahí, los candidatos de la Marina deben completar años de formación técnica equivalente a dos años de carrera universitaria en ciencias, además de operar reactores en tierra antes de presentarse ante un comité de evaluación.

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Muchos pasan cuatro años o más manejando reactores en submarinos o buques antes de dar el salto al sector civil.

“La Marina toma graduados de secundaria y los forma en un ambiente donde aprenden los riesgos de la energía nuclear, pero también integridad, confianza y criterio”, explica Brian Fuller, gerente de operaciones del HFIR al citado medio.

Muchos pasan cuatro años o más manejando reactores en submarinos.

La conexión entre este laboratorio y la Marina viene de lejos. En 1946, el almirante Hyman Rickover asistió al primer curso de operadores nucleares del país en Clinton Laboratories, el antecesor de Oak Ridge.

Rickover luego fundaría la flota nuclear de la Marina, y su visión sigue marcando a quienes trabajan hoy en el HFIR. Lee Sugiyama, operador veterano del reactor, lo resume así: “cuando la gente piensa en energía nuclear, se enfoca en los peligros. Pero lo que hacemos aquí —producir isótopos para detectar explosivos, tratar cáncer o impulsar misiones espaciales— toca la vida de las personas”.

(I)

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