Es posible que cuando las personas pasen años imaginando cómo será su jubilación ideal, por lo que visualiza escenarios como viajes, compartir con la familia, salidas con amigos o pasatiempos como la pintura o la cocina. Todo lo que conlleve a disfrutar de la libertad para relajarse.
No obstante, el portal HelpGuide asegura que es posible que entre todos estos planes, no se tomen en cuenta aspectos como el impacto psicológico de dejar de trabajar.
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Un veterano que trabaja como jardinero
Ron Gibbons, quien es veterano de la Segunda Guerra Mundial y tiene 98 años, explica que trabaja tres días a la semana en Lowe’s en Ulster, Nueva York, programando turnos de seis horas en el centro de jardines.
El hombre, conocido cariñosamente como “señor Ron”, tiene trabajando 17 años en esta tienda de mejoras para el hogar, pero antes de eso, contó a la revista People que su vida era completamente distinta.
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Su infancia y juventud transcurrió en Saratoga Springs, Nueva York, donde fue a la escuela secundaria y nunca se graduó, pues fue reclutado.
“Fui al campamento de entrenamiento, y después de completar el campamento de entrenamiento, me asignaron a la compañía de un barco durante tres meses”, señaló.
Agregó que estuvo en la Marina entre 1945 y 1946, estacionado en el USS Hornet (CV-8), que fue uno de los primeros barcos en lanzar ataques tras lo sucedido en Pearl Harbor, fuera de San Francisco durante seis días.
Asegura que aunque nunca vio acción en esos meses, “fue una buena experiencia”, luego de servir, fue a la universidad por dos años, después empezó a trabajar en General Electric y posteriormente en IBM, donde estuvo durante más de 35 años antes de retirarse.
Tras dejar esa compañía, Gibbons tomó varios trabajos e incluso empezó un negocio de césped a tiempo parcial para ayudar a pagar la universidad de sus hijos. Finalmente, algunos amigos le recomendaron que se unieran a ellos en Lowe’s, donde ha estado desde hace 17 años.
“Si descansas, te oxidas”, señala el hombre, que nunca se ha detenido en la rutina de levantarse cada día a las 5:00 am para comenzar a trabajar una hora más tarde.
Para él, esto es maravilloso, ya que le gusta conocer gente. Agrega: “Sigo volviendo al trabajo porque he visto a tanta gente que se jubiló que no hace nada, y se desperdician”.
Afirma que este trabajo le da la oportunidad de mantenerse activo física y mentalmente: “Me gusta trabajar con la gente y disfrutar de lo que hago”, asevera.
(I)
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