En algunos casos dejar los platos sucios en el fregadero está asociado al cansancio; sin embargo, esto también puede ser el reflejo de la vida. Por eso te decimos cuál es la psicología de los platos sucios y cuál es el comportamiento de las personas que dejan acumular los utensilios sin lavar.
Por lo general, el hogar refleja el bienestar personal y emocional, así que “mantener un espacio limpio y organizado no solo mejora la calidad de vida, sino que también refuerza la sensación de control y equilibrio en otras áreas, como las relaciones y el trabajo”, explica una publicación de El Confidencial.
En pablaras del economista Cristóbal Amo Martín, autor del Manual de riqueza consciente, el orden en el hogar y “particularmente la limpieza del fregadero, es un reflejo directo del estado de nuestra vida personal y financiera”, cita el medio.
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¿Por qué las personas dejan acumular los platos sucios?
Cuando una persona se acostumbra a dejar el fregadero lleno de platos sucios generalmente apunta a algo más profundo que una simple pereza o un día cargado de cansancio, advierte el sitio web VegOut.
Esto puede revelar patrones así que desde el mencionado sitio web se mencionan cuáles son los comportamientos de una persona que deja de lavo esta actividad del hogar.
- Priorizan el trabajo creativo o mental sobre las tareas domésticas: hay quienes creen que lavar los platos es una distracción de sus pensamientos más importantes, pero un espacio desordenado también puede hacer sentir el cerebro de igual forma
- Guardan un resentimiento silencioso en torno a las tareas rutinarias: algunas personas lo asocian con una obligación y no se sienten valorados por hacerlo así que retrasan esta tarea como una resistencia inconsciente. Es una forma de decir “no quiero seguir haciendo cosas ingratas”
- Tienden a posponer el malestar, incluso si empeoran las cosas más adelante: por lo general es un poco molesto lavar los platos así que se suele posponer o evitar, pero esa incomodidad trae otros problemas como los malos olores. Por lo tanto evadir la cocina es un hábito que también se traslada a otros aspectos como las conversaciones, los plazos o la administración de la vida
- Usan el desorden visual como ruido de fondo: hay quienes ven las tazas sucias como parte del paisaje que les ayuda a permanecer concentrados en medio del caos, pero también pasan por alto el efecto emocional que este desorden produce en los demás
- Sobreestiman su energía futura: hay quienes dejan la tarea de lavar los platos para mañana pero incluso cuando llega el día se sienten igual de cansados y menos motivados para hacerlo por lo que la brecha se hace más grande entre la intención y la acción
- Tienen dificultad con el funcionamiento ejecutivo: el funcionamiento ejecutivo son habilidades mentales que ayudan a planificar y gestionar múltiples tareas, así que hay personas que tienen dificultad con ello y representa un verdadero reto ya que lavar los platos significa seguir una cadena pasos que realmente les cuesta
- Operan en ráfagas: Estas personas suelen prosperar en situaciones extremas, por ejemplo ignoran el fregadero durante tres días y luego limpian todo en carrera. Pero con el tiempo resulta agotador
- Son más duros consigo mismos que con los demás: estas personas tienen una carga emocional enorme y sienten culpa por dejar los platos sucios pero al mismo tiempo se sienten paralizados y esto hace que “la montaña parezca más grande de lo que es”
- Han aprendido a tolerar el caos de bajo nivel: algunas personas crecen en entornos donde todo era siempre un poco caótico, por lo tanto se adaptan, se acostumbran y luego lo recrean sin querer. Es decir hallan consuelo en el caos pero también hay un estrés oculto
En palabras de Jordan Cooper, autora de la publicación para VegOut, dejar los platos sucios pueden ser pistas de cómo una persona procesa el estrés, cómo prioriza el tiempo, lo que lleva consigo y nadie ve. Por eso es importante comprender lo que sucede para construir una mejor relación consigo mismo.
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