El bisonte estuvo cerca de desaparecer de Norteamérica entre finales del siglo XIX y comienzos del XX; no obstante, conservacionistas se han dedicado a evitar la extinción de esta especie en el territorio, lo que ha permitido que haya un aumento gradual en su población, especialmente en el parque nacional de Yellowstone, donde actualmente hay una manada de al menos 5.000 animales.