¿Estamos solos en el universo? Es la pregunta que la humanidad se hace desde que alzó <a href="https://www.eluniverso.com/temas/astronomia/" target="_blank" rel="noreferrer" title="https://www.eluniverso.com/temas/astronomia/">la vista al cielo</a> por primera vez. Cada objeto que <a href="https://www.eluniverso.com/temas/nasa/" target="_blank" rel="noreferrer" title="https://www.eluniverso.com/temas/nasa/">cruza el espacio interestelar </a>trae consigo la posibilidad de una respuesta, o al menos de nuevas pistas sobre mundos que nunca se han visto de cerca.El <a href="https://www.eluniverso.com/noticias/internacional/el-observatorio-astronomico-de-quito-sigue-el-recorrido-del-cometa-3iatlas-un-visitante-interestelar-que-se-acercara-a-la-tierra-en-diciembre-de-2025-nota/" target="_blank" rel="noreferrer" title="https://www.eluniverso.com/noticias/internacional/el-observatorio-astronomico-de-quito-sigue-el-recorrido-del-cometa-3iatlas-un-visitante-interestelar-que-se-acercara-a-la-tierra-en-diciembre-de-2025-nota/">cometa 3I/ATLAS </a>llegó desde las afueras del sistema solar como un mensajero silencioso, y lo que los científicos están descubriendo en él no encaja con nada que hayan visto antes. No es solo un cometa más perdido en la inmensidad. Es una anomalía que desafía lo que creían saber sobre estos viajeros cósmicos.Este objeto empezó a comportarse de forma extraña desde el momento en que los telescopios lo detectaron. Tenía una cola que apuntaba hacia el Sol en lugar de alejarse, como si las leyes físicas no aplicaran para él, detalla <a href="https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/enigmatico-3iatlas-cambia-rostro-ante-sol-es-prueba-que-es-origen-artificial_26523" target="_blank" rel="noreferrer" title="https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/enigmatico-3iatlas-cambia-rostro-ante-sol-es-prueba-que-es-origen-artificial_26523">National Geographic.</a> Luego, en septiembre, esa “anticola” desapareció y se transformó en algo convencional justo cuando se acercaba más al astro. El telescopio James Webb reveló su composición con 87% de dióxido de carbono congelado, apenas 4% de agua. Eso es profundamente raro para un cometa. Asimismo, pierde 150 kilos de materia por segundo mientras se cocina bajo la radiación solar, expulsando fragmentos de hielo que parecen tener vida propia antes de estabilizarse en una cola tradicional. David Jewitt y Jane Luu, pioneros en el estudio de objetos del cinturón de Kuiper, junto con el astrofísico Eric Keto, desarrollaron un modelo que explica esta transición como un “ballet termodinámico” donde cada elemento químico reacciona según la distancia al Sol.Pero Avi Loeb, astrónomo de Harvard y líder del Proyecto Galileo, va más allá. Para él, 3I/ATLAS no puede descartarse tan fácil como una simple roca helada. Su masa colosal (más de 33 mil millones de toneladas), su trayectoria perfectamente alineada con el plano de la eclíptica y su comportamiento anómalo lo mantienen en su escala de posibles objetos artificiales, aunque reconoce que no en el nivel más alto. Loeb, autor de “Extraterrestrial”, insiste en que ignorar estas anomalías sería un error científico. Sin embargo, la comunidad astronómica está dividida. Investigadores del Instituto Max Planck, del Jet Propulsion Laboratory y de observatorios europeos argumentan que todo lo observado en 3I/ATLAS encaja dentro de procesos naturales de cometas, sin necesidad de hipótesis extraordinarias. Para ellos, la composición rica en CO₂ y la pérdida de masa son simplemente evidencia de que aún se sabe muy poco sobre objetos interestelares. Aunque 3I/ATLAS no representa ninguna amenaza para la Tierra, la NASA aprovechó su paso para <a href="https://science.nasa.gov/solar-system/comets/3i-atlas/#eyes" target="_self" rel="" title="https://science.nasa.gov/solar-system/comets/3i-atlas/#eyes">realizar un simulacro de alta tecnología.</a> Los protocolos de defensa planetaria rara vez tienen la oportunidad de practicar con un objeto real que se mueve de forma impredecible, y este cometa se convirtió en el escenario perfecto. Estas medidas están diseñadas para detectar, rastrear y evaluar objetos espaciales. El Mars Reconnaissance Orbiter debía capturar imágenes laterales con resolución de 30 kilómetros por píxel, aunque su publicación se retrasó por el reciente cierre gubernamental en Estados Unidos. Los telescopios Keck y Gemini Sur confirmaron el cambio en la geometría del objeto, validando los modelos teóricos. En diciembre de 2025, cuando 3I/ATLAS pase más cerca de la Tierra bajo una radiación solar estimada en 33 gigavatios, será el momento definitivo. Si resiste como un cometa natural, el misterio podría diluirse. Pero si muestra desviaciones inesperadas o estructuras anómalas, entonces hay que reconsiderar qué tipo de visitante es realmente. <b>(I)</b>