Desde hace más de cien años, una momia del siglo III a.C. mantiene en jaque a los arqueólogos del mundo. No es su antigüedad lo que desconcierta a los expertos, sino algo mucho más simple y es que nadie quiere abrirla.
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Los investigadores la bautizaron como “La Intocable” porque el miedo de dañar sus delicadas envolturas supera la tentación de descubrir qué esconde.
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Desde hace más de cien años, una momia del siglo III a.C. mantiene en jaque a los arqueólogos del mundo. No es su antigüedad lo que desconcierta a los expertos, sino algo mucho más simple y es que nadie quiere abrirla.