Tres monjas se fugan de una residencia para ancianos, para regresar al antiguo convento que fue su hogar por décadas y que en el 2022 pasó a manos de la Arquidiócesis de Salzburgo y de la Abadía de Reichersberg, en Austria. Las religiosas recibieron ayuda y su historia es viral en redes sociales.
Medios locales le otorgaron el calificativo de las monjas rebeldes, debido a la decisión que tomaron de escapar del ancianato católico en el que fueron recluidas en el 2023 y donde, según sus palabras, no se sentían cómodas, reseña BBC.
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¿Quiénes son las monjas rebeldes?
Las hermanas Bernadette (88), Regina (86) y Rita (82), son las tres últimas monjas del convento Kloster Goldenstein, en Elsbethen, a las afueras de Salzburgo. El lugar es un castillo que funcionó como convento y colegio privado para niñas desde 1877.
Con el paso de los años el número de religiosas disminuyó y finalmente la comunidad se disolvió a principios del 2024, pero el colegio siguió funcionando.
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Las religiosas fueron sacadas del sitio en diciembre de 2023 en contra de su voluntad. “Teníamos el derecho a quedarnos aquí hasta el final de nuestras vidas y eso fue vulnerado”, declaró Bernadette.
A principios de septiembre de 2025 acapararon titulares de la prensa local luego de que, con ayuda de unas exalumnas del colegio que funciona en el convento, regresaran a las instalaciones que encontraron cerradas, sin agua ni electricidad, y sus antiguos apartamentos tenían nuevas cerraduras. Un cerrajero las ayudó para que pudieran entrar.
“Nos llaman las hermanas rebeldes”, declaró la hermana Rita, en una cita que recoge NPR.
“Las habitaciones del convento ya no se pueden utilizar y no cumplen en absoluto los requisitos para una atención adecuada”, advirtió en un comunicado el rector de la abadía Markus Grasl, quien es el superior de las monjas. Con su postura deja claro el malestar de la iglesia ante esta decisión.
Ahora el rector tiene un portavoz y por medio de él acusa a las hermanas de romper sus votos.
La comunidad respalda a “monjas rebeldes”
A pesar de que en la casa para ancianos recibían la atención médica necesaria y los cuidados propios de su edad, las religiosas reciben ayuda de exalumnas y de lugareños que creen que es el momento de devolverles algo después de dedicar sus vidas a la comunidad.
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Para ello organizaron un servicio de atención las 24 horas donde los habitantes están dispuestos a brindar su ayuda y a socorrerlas cuando ellas lo necesiten.
Además, ya tienen una cuenta en Instagram con el usuario @nonnen_goldenstein donde suman más de 75 mil seguidores y 228 publicaciones. Allí se aprecian videos de cómo es su vida de regreso en el convento y en muchos de ellos se ven, rezando, almorzando, en misa o bajando las escaleras. Esto también es algo que desaprueban sus superiores.
“Antes de morir en esa residencia de ancianos, preferiría ir a un prado y entrar en la eternidad de esa manera”, dijo la hermana Bernadette.
(I)