Es posible que los seres humanos tengan dedos en la actualidad <a href="https://www.eluniverso.com/temas/ecologia/" target="_blank" rel="" title="https://www.eluniverso.com/temas/ecologia/">gracias al trasero de los peces</a>.Esto es lo que revela<a href="https://www.nature.com/articles/s41586-025-09548-0" target="_blank" rel="" title="https://www.nature.com/articles/s41586-025-09548-0"> una nueva investigación</a> que buscaba explicaciones sobre la formación de los dedos:<b> el interruptor de ADN que controla el desarrollo de los dedos de las manos y los pies tuvo su comienzo en el trasero de los peces</b> hace 380 millones de años.Según el genetista del desarrollo de la Universidad de Ginebra, Suiza Denis Duboule, “El hecho de que estos genes estén involucrados es un ejemplo sorprendente de cómo la evolución innova, reciclando lo viejo para crear lo nuevo”.“En lugar de construir un nuevo sistema regulador para los dedos, la naturaleza ha reutilizado un mecanismo existente, inicialmente activo en la cloaca”, detalló.Para los científicos había una interrogante: ¿Cómo se desarrollaron los animales de cuatro extremidades (tetrápodos) a partir de los peces?Para algunos, <b>los dedos provienen de las aletas, pero no es la única explicación posible</b>, y es que el desarrollo de la formación de los tetrápodos está codificado en genes llamado Hoxd, que forman parte de un gran marco regulador, reseña <a href="https://www.sciencealert.com/fish-buttholes-may-be-the-reason-we-now-have-fingers-study-finds" target="_blank" rel="" title="https://www.sciencealert.com/fish-buttholes-may-be-the-reason-we-now-have-fingers-study-finds">Science Alert</a>.<b>Entre investigadores estadounidenses y suizos compararon genomas de peces y ratones</b>, se fijaron particularmente en las regiones junto a los genes Hoxd que contienen los interruptores de ADN que los controlan.<b>El hallazgo es que el pez cebra no tiene dedos y carece de algunos genes Hoxd</b>, pero curiosamente, conserva el marco regulador genético adyacente a sus genes Hoxd restantes con los interruptores de ADN. Planteando así la pregunta sobre la función original de ese marco.<b>Los científicos procedieron a marcar algunos de estos interruptores en embriones de ratones y peces cebra con marcadores fluorescentes </b>para iluminar los tejidos que expresan los genes. Por una parte, en los embriones de ratones, los interruptores se iluminaron en los dedos, pero en los peces cebra, en el trasero, no en las aletas.Para los investigadores<b>, estos resultados sugieren que la función original del paisaje regulador era facilitar el desarrollo del trasero de los peces</b>, el orificio multiusos para la excreción y la reproducción.<b>(I)</b>